Desde que el Estado argentino se hizo cargo de la empresa Aerolíneas Argentinas, la política aérea del país gravitó exclusivamente bajo su órbita, menoscabando el desarrollo de la actividad.
Ahora, con el cambio de gobierno, de las situaciones flagrantes vividas por algunas empresas internacionales en el país; se pasó a congraciarlas con nuevas autorizaciones de vuelo que solo harán que ganen tráficos de 5º y 6º libertad, en perjuicio de Aerolíneas Argentinas.
Paralelamente, cumplidos los 100 días de gestión, es muy poco lo que se ha hecho en la materia, al tiempo que se barajan diferentes alternativas de ajuste en la empresa Aerolíneas Argentinas.
Es tiempo de que los gremios aeronáuticos se den cuenta que tienen que aceptar nuevas condiciones laborales que permitan la sostenibilidad de las empresas aéreas argentinas.
Al parecer, tampoco hay quienes se las propongan y nada se avanzó al respecto. Y, peor aún, no parece que se vaya en esa dirección.
En vez de ceder a presiones y tomar decisiones apresuradas, el gobierno argentino tiene la posibilidad de liderar la integración de los cielos latinoamericanos y pensar en una expansión de la compañía.
Para ello hace falta la decisión política de llevarlo adelante y que las nueve libertades del aire se practiquen en un cielo único latinoamericano.
Esto haría viable a Aerolíneas Argentinas, en un escenario en el que podría unirse a Gol y sus socios de Sky Team; para competir en igualdad de condiciones con Latam (One World) y Avianca (Star Alliance).
¿Hay mercado para estos tres grupos en la región, sumados otros jugadores LCC existentes o que puedan aparecer?
La respuesta es sí. El análisis de distintas variables confirma que el potencial de la región permitiría alcanzar una oferta en capacidad cinco veces mayor que la actual.
Aerolíneas Argentinas es una empresa que ha ganado en competitividad y que no debe ser degradada. Hace falta que los gremios acepten condiciones laborales que garanticen su sostenibilidad y ubicarla en un escenario de competencia, del que el Estado argentino deberá desprenderse, para enfocar sus esfuerzos en la infraestructura y el control.
Si un gobierno propone el cambio, debe enterrar la expresión jurídica de aerolínea de bandera, y enfocarse en el desarrollo de su país. De lo contrario, solo persistirá el atraso.
Si el Presidente Mauricio Macri asume la decisión política de integrar los cielos de la región, Aerolíneas Argentinas tiende delante su oportunidad de oro.
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