El presidente de Aerolíneas tendrá ahora bajo su responsabilidad las centrales hidroeléctricas del sur y la importación de combustibles
No se conocían antes de formar parte del Gobierno, pero en algún punto el ministro de Energía, Javier Iguacel , y Mario Dell’Acqua , presidente de Aerolíneas Argentinas, tenían ganas de trabajar juntos. De hecho, desde hacía tiempo el reemplazante de Juan José Aranguren consultaba al ex-Techint.
No bien se decidió el cambio en Energía, el nuevo ministro se comunicó con el ejecutivo. Le pidió que fuera el segundo de la cartera. Ya habían tenido varias reuniones para definir algunas pautas de política pública. Finalmente, Dell’Acqua decidió un cargo con perfil algo más bajo. Fue entonces cuando Iguacel le pidió que se hiciera cargo de Integración Energética Argentina (Ieasa), ex Energía Argentina (Enarsa), la petrolera estatal que crearon Néstor Kirchner y Guillermo Moreno y que sirvió durante años de escudo de negocios para la importación de energía.
Ahora será el también presidente de Aerolíneas Argentinas , cargo que mantuvo, el encargado de negociar una enorme porción del paquete energético de los próximos años. La importación de combustibles y las obras más importantes del sector estarán ahora bajo su responsabilidad.
Iguacel sabe que es un cargo clave. De hecho, ambos ya repasaron algunos contratos sobre los que este año habrá una lupa. Sucede que desde esa empresa se compra todo el gas que llega por barco a los regasificadores. Según las primeras revisiones, por algunas diferencias en los cálculos se habría comprado de más. Hablan de 100 millones de dólares. Sobre esos contratos estará sentado, ahora, Dell’Acqua.
Pero sin duda el ex-Techint está llamado a realizar una tarea fundamental. Bajo su dominio quedará la obra pública más importante que tiene el Ministerio de Energía. Y la más polémica también. Las dos centrales hidroeléctricas que se construyen en el cauce del río Santa Cruz, originalmente llamadas La Barrancosa y Cóndor Cliff, luego bautizadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic y vueltas, tras el apogeo kirchnerista, a su nombre original.
Desde que el presidente Mauricio Macri llegó al poder, el nombre de Dell’Acqua se escuchó para ocupar varios despachos. De hecho, iba a ser director de Vialidad, y no Iguacel. Sin embargo, pese a no ocupar el cargo, fue determinante en una de las medidas a las que más empeño le imprimió el ahora ministro. No bien tomó las riendas del organismo vial, dedicó gran parte de su energía a romper el llamado «club de constructores» que manejaba la mayoría de los contratos de obra pública en el área. El manual de cómo proceder se lo dictó Dell’Acqua…