La aerolínea ecuatoriana Tame ha tomado una serie de medidas para esclarecer y sanear sus finanzas tras un demoledor informe de la Contraloría que habla de pérdidas millonarias, y además busca recuperar el mercado doméstico en 2019.
Así lo informó a Efe el gerente de la compañía estatal, Octavio Pérez, en una entrevista en la sede de Tame en Tababela, Quito, en la que detalló los pormenores del informe que salió a la luz pública esta semana y que fue precisamente solicitado por la empresa.
«Dentro de todos los estudios que hemos solicitado cuando tomamos esta administración, está el proceso de verificar todos los estados financieros de la compañía», aclaró el responsable, antes de lamentar que cuando llegó al cargo hace un año, «desafortunadamente no teníamos los balances auditados desde el 2012».
Aunque reconoció cierta «sorpresa» al no conocer el estado financiero de la compañía y que «de cada cajón salían facturas», insistió en que fue Tame quien pidió una «auditoría de todos los procesos, incluyendo los estados financieros de la empresa».
La aerolínea recibió el informe de la Contraloría en abril y al aprobarse en el mes de mayo el estudio elaborado por la firma internacional Kreston, hizo un examen pormenorizado de las 52 recomendaciones que hacía, que confía en poder cumplir antes de que concluya el año.
«Hemos venido trabajando desde el mes de mayo hasta acá con todo el equipo financiero para lograr eso», afirmó Pérez.
De acuerdo al informe, la empresa estatal acumuló pérdidas por 145 millones de dólares, que en 2015 superaban el 100 por cien del capital de la empresa en más de 67 millones, lo que ponía en duda su viabilidad.
Además detalla irregularidades en el ámbito financiero y ausencia de auditoría o balance sobre el estado financiero, manejo de cuentas corrientes o tarjetas de crédito.
«Nos sorprendió que siendo la compañía bandera del país presente un estado de resultados tan negativo como el que está ahí», reveló el gerente.
No obstante, adelantó que el equipo financiero trabaja para tener un estado de resultados correspondiente al período 2016-2017 para finales del mes de noviembre, que permitan cumplir con los requerimientos de la Contraloría «de manera transparente y clara».
Entre los rubros que provocaron las pérdidas Pérez señala que principalmente se debieron al arriendo de aviones, combustible y las pérdidas que se dieron a nivel comercial de rutas que se abrieron sin tener unos estudios claros de cómo iba a ser su rentabilidad.
Y pese al panorama tan negro que pinta el informe de Contraloría defiende tajante que la empresa no está en situación de quiebra, sino en la senda de la viabilidad gracias a la puesta en marcha de un programa de reajustes financieros y laborales, ahorro en diversos ámbitos y la apuesta por un mercado que «se puede recuperar»…