Con el objetivo de mantener la aviación a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha urgido a gobiernos y aerolíneas a que amplíen su colaboración de modo que se pueda mejorar la gestión del impacto que la industria aérea mundial genera en el ambiente.
El exhorto tuvo lugar en el marco de la Cumbre Mundial sobre Aviación Sostenible en Ginebra, organizada por el Grupo de Acción del Transporte Aéreo (ATAG).
La ocasión fue significativa ya que el 5 de octubre es el primer aniversario de la aprobación del Plan de compensación y reducción del carbono para la aviación internacional (CORSIA por sus siglas en inglés), acuerdo mundial que se concretó durante la 39ª Asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
«CORSIA es un ejemplo histórico de los enormes beneficios del trabajo colaborativo entre gobiernos e industria. Su implementación es crucial para alcanzar el compromiso de la aviación de crecimiento neutro en carbono a partir de 2020. Pero nuestra meta final es mucho más ambiciosa: reducir las emisiones netas a la mitad en 2050 respecto a niveles de 2005», enfatizó dijo Alexandre De Juniac, consejero delegado de la IATA.
El ejecutivo añadió que la labor debe agilizarse en rubros como el desarrollo de combustibles de aviación sustentables (CAS) y la modernización de la gestión del tráfico aéreo.
En concreto, y para acelerar la agenda de sostenibilidad, IATA propuso cuatro acciones prioritarias:
Ampliar la cobertura de CORSIA. Hasta el momento, 72 países se han inscrito voluntariamente a la primera fase (a partir de 2021), lo que supone una cobertura de más del 80 por ciento. Pero es importante que todos los actores se sumen a CORSIA lo antes posible…