En lo corrido del 2018 esta compañía transportó 43% más pasajeros y movilizó 19% más vuelos que en el primer semestre del año pasado.
“Para una aerolínea de bajo costo como nosotros es un reto ofrecer tarifas bajas cuando debemos enfrentarnos a un panorama tan complicado en cuanto a cargas impositivas”, indicó Juan Sebastián Molano, director de comunicaciones de Wingo, en diálogo con Portafolio.
Esta aerolínea identificada como ‘low cost’ o de ‘bajo costo’, empezó a operar en diciembre del 2016 y actualmente maneja 17 rutas, a 14 destinos, en 8 países de Latinoamérica; algunas de las cuales han sido inauguradas en los últimos meses y cuya capacidad de pasajeros ha crecido significativamente de enero a julio de 2018, al haber transportado 43% más personas que en la misma temporada del 2017.
Sin embargo, a pesar de los resultados positivos que está teniendo la compañía, los cuales, según Molano, han superado sus expectativas, Wingo debe enfrentarse a las altas tasas de impuestos que inevitablemente aumentan el valor de los tiquetes.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), Colombia es el tercer país que más grava con impuestos los boletos aéreos, lo cual dificulta la gestión de las ‘low cost’, cuyo mayor diferenciador en el mercado es el precio.
En ese sentido es evidente la diferencia entre las tarifas que puede ofrecer una aerolínea de bajo costo en Europa, como por ejemplo Ryanair, y lo que puede tasar una en Latinoamérica.
Para verlo en contexto, mientras que es posible encontrar tiquetes de avión en una empresa ‘low cost’ para viajar de Roma (Italia) a París (Francia), haciendo un recorrido de 1.106 kilómetros por vía aérea, desde 20 euros (67.593 pesos colombianos); en Colombia, un tiquete para viajar de Bogotá a Panamá, bajo las mismas condiciones, haciendo un recorrido de 774 kilómetros, se puede encontrar desde 123 dólares (357.954 pesos colombianos).
Así pues, contemplando numerosas variables que posibilitan las bajas tarifas en Europa o Estados Unidos, la principal diferencia son los impuestos, ya que, según la Iata, en Colombia un tiquete en rutas domésticas aumenta el 33% a razón de los tasas impositivas como la aeroportuaria, la administrativa y el IVA, y un 42% para viajes internacionales.
Panorama que según Molano tiene una relación directa con la democratización de los servicios de transporte aéreo y que se ve reflejada en el índice de viajes aéreos per capita que es de 0,5 y que en Estados Unidos está alrededor del 4,5.
Esto quiere decir que en Colombia la tasa de viajes aéreos anuales por persona es de menos de uno, mientras que por vía terrestre es de 3,9.
“Aún queda mucho camino por recorrer para consolidar el modelo de bajo costo y democratizar los viajes aéreos en Colombia, porque este no es un esfuerzo que le compete solo a las aerolíneas, sino también a los gobiernos y a los aeropuertos”, señaló.
No obstante, Wingo se ha logrado posicionar dentro del mercado colombiano al ser la única ‘low cost’ que llega a destinos internacionales como La Habana (Cuba), Cancún (México), Aruba y Quito (Ecuador); y al haber abierto rutas en lugares con “opciones de conectividad reducidas”, como por ejemplo Cali – Cartagena que fue inaugurada en junio de este año.
“Otro de nuestros objetivos es el de probarle a la gente que una aerolínea ‘low cost’ puede ofrecer servicio de calidad, mantener sus precios bajos y cumplir. Ya que, de hecho, durante el primer semestre de 2018 logramos un indicador de puntualidad del 90,1% y uno de cumplimiento del 99,8%”, agregó…
