El turismo, cuyo día mundial se conmemora este 27 de septiembre, es uno de los sectores más importantes y de mayor crecimiento en el mundo. En la actualidad, unas 1.300 millones de personas se desplazan por todo el globo, beneficiando a diversas comunidades.
Los ingresos provenientes del turismo en los países de destino aumentaron desde el año 1950 hasta hoy, de 2.000 millones de dólares a 1.260 billones. Así, el sector representaría el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y emplearía al 10% de los trabajadores del planeta.
La Organización Mundial de Turismo espera que el crecimiento aumente a una medida anual del 3% hasta 2030 y que “alojamiento y restaurantes”, junto con “servicios del sector privado”, creen empleo al ritmo más rápido de todos los sectores de la economía en los próximos cinco años.
Lo anterior genera grandes expectativas, pero también importantes desafíos tanto para la industria turística como hotelera. Primero, nos insta a aprovechar al máximo el potencial del sector para crear más y mejores puestos de trabajo, especialmente para las mujeres y los jóvenes. También nos impulsa a acortar la brecha entre las necesidades de los empleadores y las habilidades turísticas que se imparten desde la academia. Luego, nos lleva a reflejar e incorporar la tecnología para dar un servicio acorde a los tiempos. Y por último, nos obliga a robustecer las acciones sustentables y comprometidas con el cuidado medio ambiental.
Para alcanzar lo anterior es preciso abordar el turismo con una mirada integral que reúna a los sectores público y privado. Únicamente así será posible concretar un desarrollo orgánico del sector que no solo permita ubicar a Argentina como destino de clase mundial, sino al turismo como un sector económico de relevancia para el país que provee mejores habilidades, políticas de innovación y empleos de calidad.
Por Franck Pruvost, COO de Países Hispánicos Accor