El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado el lunes un plan estratégico que plantea una serie de medidas fiscales para regular el fuerte aumento de la llegada de turistas a la capital catalana.
Entre otras iniciativas, los gestores del ayuntamiento estudian implementar un pago a los autocares aparcados en espacios de gran afluencia como Montjuïch y la Sagrada Familia, subir la tasa de estancia turística y aplicar un Impuesto de Bienes Inmobiliarios especial para los apartamentos turísticos.
«Son propuestas que involucran a distintos niveles de la administración pública. El Ayuntamiento es competente para tasas para los autocares, pero la aplicación de un IBI especial requeriría un cambio legislativo a nivel nacional», dijo una portavoz del ayuntamiento.
Desde finales de 2012, los visitantes de Barcelona tienen que pagar una tasa de pernoctación (2,5 euros para hoteles de 5 estrellas, 1,25 euros para cuatro estrellas y 0,75 euros para los demás establecimientos). Con esta tasa las arcas públicas han recaudado hasta la fecha unos 86 millones de euros, de los cuales una tercera parte corresponde al Ayuntamiento y el resto al Gobierno regional.
Además, en 2015, el Ayuntamiento decidió limitar el acceso de los turistas al Parque Güell, cobrando una entrada de hasta 7 euros por la visita.
En su plan estratégico 2016-2020, el Ayuntamiento advierte de que existen otros puntos turísticos saturados en la capital como La Basílica de la Sagrada Familia, las Fuentes del Montjuïch o la Rambla…