Los edificios para atender a los turistas que desembarquen en el muelle para cruceros ya están terminados, frente a la imponente bahía de Trujillo, en el departamento de Colón, mientras que los trabajos del muelle estarán listos para 2014, dijo a Acan-Efe el gerente de la empresa Banana Coast, Hernán Batres.
Al iniciar la temporada alta de cruceros, el muelle de Trujillo espera en 2014 el atraque de «doce cruceros con 14.000 turistas, confirmados con dos empresas internacionales» , mientras que con otras dos compañías se está «en pláticas» , agregó Batres.
El directivo resaltó que el proyecto supondrá una inversión global de unos 24 millones de dólares y dijo que Banana Coast también desarrolla otro proyecto cercano a Trujillo que incluye un zoológico, un jardín botánico, un restaurante y área para la práctica de deportes acuáticos y motos, entre otras actividades.
La inversión hasta ahora en el proyecto denominado Campo del Mar, que ya está abierto al público, es de unos tres millones de dólares, indicó a Acan-Efe el gerente de Banana Coast, Randy Jorgensen, quien además resaltó que Honduras es un país en el que se puede invertir.
A unos quince minutos de Trujillo, ciudad que fue capital de Honduras y guarda una rica historia colonial, que incluye el fuerte de Santa Bárbara, construido por los españoles, otra empresa canadiense, la Trujillo Beach Eco Development, construye un complejo de villas y residencias, cercanas a la playa.
Las villas y residencias, con piscina, tienen un coste que oscila entre 70.000 y 100.000 dólares, construidas para canadienses, israelíes y hondureños, dijo a Acan-Efe el gerente de proyectos de la empresa, Julio Chi Ham.
Añadió que la inversión del proyecto, que estará concluido en 2014, será de unos 100 millones de dólares.
El complejo se construye en una extensión de unas 248 hectáreas, de las que solamente se urbanizará el 30 por ciento, en tanto que el resto se conservará en su actual estado natural, agregó.
Del proyecto hasta ahora se han construido seis viviendas y catorce villas, que ya están vendidas, en tanto que para 2014 se espera tener terminadas 40 casas para alquiler y unos 20 condominios, dijo el ejecutivo.
Trujillo Beach Eco Development también tiene otro proyecto similar, con 100 lotes, en las cercanías de la también caribeña ciudad de La Ceiba, departamento de Atlántida, denominado El Pino.
La misma empresa desarrolla además otro proyecto parecido, conocido como Playa Lagarto, en el Pacífico de Costa Rica, según explicó Chi Ham.
El alcalde de Trujillo, José Antonio Laínez, dijo a Acan-Efe que la ciudad tiene unos 66.000 habitantes y que «el 80 por ciento del desarrollo del municipio proviene del mar» .
Laínez elogió a los canadienses y de otras nacionalidades que han llegado a Trujillo para invertir, atraídos por su belleza natural, entre la que resalta una imponente bahía cuya quietud de las aguas disfrutan a placer los turistas en la playa de arenas blancas, y las imponentes montañas de Capiro y Calentura.
Laínez dijo que Trujillo es «una ciudad tranquila» y que los altos índices de violencia que se registran en el país no se ven reflejados en Trujillo, aunque en otro sector del departamento de Colón hay conflictos entre campesinos que exigen tierras para cultivar y empresarios agrÃcolas.
Con alguna frecuencia se producen choques armados entre campesinos y guardias de seguridad privada en el sector del Aguán, donde residen los labradores, pese a una fuerza militar destacada desde hace más de un año en la zona.
Otro de los empresarios extranjeros en Trujillo es el alemán Gunter Wassmus, casado con la hondureña Paula Guillén, propietario del pequeño Hotel Casa Alemania, con atención personalizada a sus huéspedes.
Guillén, quien conoció a su esposo en Estados Unidos, donde ella vivió durante varios años, dijo a Acan-Efe que «a Trujillo para ofrecerle al turista no le hace falta nada» .
«Tenemos una bahía espectacular, maravillosa, montañas, la laguna de Guaimoreto (refugio de especies marinas, aves y mamÃferos) y toda la parte turística que están haciendo los canadienses» , comentó Guillén.