No es casual que la zona sur de Aysén esté apostando en esa dirección y se haya generado un interesante programa de destino que dará a ese territorio una denominación que apunta precisamente a vender mejor sus atractivos.
Pese a las dificultades económicas que golpean en el mundo entero, hay muchos entendidos que siguen sosteniendo que el turismo debe transformarse en más que una simple señal o simbolismo de un desarrollo productivo sustentable.
Y en una región como Aysén., donde esa actividad hace rato que se ha transformado en una vedette productiva, el turismo está llamado a transformarse en uno de los rubros más gravitantes de la economía local, en un ámbito capaz de generar más y mejores empleos y de continuar centrando un fuerte interés mundial por visitar este recóndito lugar de la Patagonia.
No es casual que la zona sur de Aysén esté apostando en esa dirección y se haya generado un interesante programa de destino que dará a ese territorio una denominación que apunta precisamente a vender mejor sus atractivos.
La provincia de Los Glaciares es un producto que debería tener repercusiones interesantes en aquellos mercados que buscan nuevos destinos y principalmente lugares poco explorados por el hombre y poseedores de una serie de plusvalías que los transforman en productos turísticos de altísimo nivel y de proyección mundial.
Una apuesta parecida es la hecha por el municipio de Coyhaique, que en su Pladeco acaba de definir al turismo como uno de sus ejes fundamentales. Por su parte el Gobierno Regional de Aysén ha venido asignando millonarias cifras para programas de promoción turística, lo que también nos demuestra que el camino está trazado y las acciones bien encaminadas para potenciar aún más esa actividad productiva.
Hoy nadie pone en duda las potencialidades turísticas de este territorio e incluso algunos expertos ya se han adelantado a calificar Aysén, como una zona donde el desarrollo turístico alcanzará proyecciones planetarias de gran magnitud. Esta simple posibilidad es una señal inequÃvoca de que esta actividad debe prepararse para un escenario futuro tremendamente positivo, pero también, para estar a la altura de las circunstancias y asumir nuevos desafíos en el ámbito de la capacitación, la calidad de los servicios o otros factores fundamentales para resaltar y responder a las altas exigencias del turista de larga distancia y también de los visitantes nacionales…