Un registro del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) reveló que hay más de 6.700 unidades en Chile publicadas en Airbnb, mercado comunitario online para publicar y reservar alojamientos. Sin embargo, solo el 50% de ellos corresponde a viviendas completas, y hay habitaciones compartidas y privadas, explicó la subsecretaria de Turismo, Javiera Montes. «Hay que generar las condiciones para que puedan formalizarse», aseguró la autoridad.
En este contexto, y tras la polémica que se ha levantado en Chile en torno a este tipo de plataformas «informales» -que, a juicio de la industria hotelera, podrían ser vistas como competencia desleal-, la Subsecretaría de Turismo prepara un plan para formalizarlas. Para ello, Javiera Montes adelantó que junto al sector privado trabajarán en la definición del límite que existe entre un «departamento turístico» (que es una categoría de alojamiento para visitantes) y un «inmueble amoblado», que son los dos tipos de oferta que priman dentro de estas plataformas. La subsecretaria propone que, tal como se ha acordado en algunos países, la diferencia se podría establecer de acuerdo al número de días que está disponible la vivienda para arriendo durante el año. «Esa podría ser una forma para definir si es turístico, o es solamente un privado que pone un espacio a disposición», dijo. Añadió que probablemente también va a estar asociado a las plataformas que use para promocionarse. «Ahà vamos a tener que definir un límite y tener derechos y obligaciones», afirmó.
En este contexto, la subsecretaria hizo un llamado a que todos aquellos que están actualmente en esta plataforma y que puedan optar a ofrecer un departamento turístico se sumen al registro de Sernatur. Si bien aclaró que este último es obligatorio, la delgada línea que existe hoy entre un tipo de alojamiento y otro no permite que esté formalizado en todos los casos. Al registrarse, deberán cumplir con las obligaciones tributarias.
Es por esto que no solo está enfocada en definir los límites entre estos dos tipos de recintos con el sector privado. También propone trabajar en el marco de las condiciones que se le exigen al departamento turístico, y que no es lo mismo que un hotel. «Tenemos que volver a revisar las normas de departamento turístico, volver a revisar los requisitos y ver realmente si estamos cumpliendo los estándares de calidad a los que queremos que tengan derecho los turistas», expresó. En este sentido, recordó que como Gobierno su tarea es ponerse del lado del turista, con el fin de que pueda vivir una buena experiencia en Chile, situación en la que influye directamente la calidad del lugar donde el visitante aloja.
En tercer lugar, anunció que deberán trabajar en conjunto con los municipios, invitando a los que tengan mayor concentración de este tipo de alojamientos -como Iquique, Viña del Mar, Coquimbo, La Serena, Santiago, Las Condes y Providencia- para que puedan colaborar con los planes del Gobierno, de la mano, por ejemplo, de la homologación de patentes. «Hay destinos en los que hay mucha oferta de departamentos turísticos y que son finalmente la forma de consumo en el destino», aseguró…