La luna llena parece flotar sobre la línea que divide al mar caribe con el firmamento. Las aguas de la Ciénaga de la Virgen están tranquilas y hay que guardar silencio.
Durante la faena pesquera el silencio es vital para no espantar los esquivos peces que salen en busca de la carnada.
La noche es sublime y sobre la canoa, el viejo Juan Ortiz, curtido pescador de La Boquilla, acompañado de un grupo de turistas holandeses se alistan a subir la red para ver cómo va la faena.
Muy cerca, en otra canoa, otro grupo de turistas con caña de pescar en mano aguardan pacientes a que tire el primer pez.
El pueblito pesquero de La Boquilla, y en general la zona norte de Cartagena, no solo tienen las playas más lindas de la ciudad sino que la oferta turística ecológica, cultural y que involucra a las comunidades está creciendo.
Es por ello que los cuatro hoteles del sector de los Morros se unieron para limpiar las playas como un primer paso para desarrollar un turismo sostenible a largo plazo enfocado en destinos ecológicos, culturales y de inclusión con las comunidades.
Con el liderazgo de la gerencia del hotel Holiday Inn Morros, Las Américas, Radisson y Sonesta, este gremio se dio a la tarea esta semana de limpiar los tres kilómetros de playas y ampliaron a sus huéspedes la oferta turística en la zona que incluye avistamiento de aves en la Ciénaga de la Virgen, recorrido por los manglares de La Boquilla, ingreso a un museo arqueológico escondido en una isla cienaguera y hasta pescar en las aguas tranquilas y seguras de la Ciénaga del Virgen, en compañía de viejos y sabios pescadores nativos.
“Pensamos en un proyecto a largo plazo por el potencial de ecosistemas, playas y cultura que tiene solo el norte de Cartagena. Acá es posible desarrollar desde deportes náuticos hasta desarrollar una ruta de turismo saludable que incluye clases de yoga y una visita al volcán del totumo, en Santa Catalina, con sus lodos medicinales”, señalo Luis Flórez, gerente de mercadeo del Hotel Holiday Inn Morros.
Durante parte del año La Ciénaga de la Virgen acoge a cientos de especies de aves migratorias que llegan en busca del trópico y escapando de las heladas del norte, lo que convierte a esta zona en un escenario magnífico para el avistamiento de aves.
Además, la ausencia de espolones hace de las playas de La Boquilla las más seguras para los bañistas y los deportes náuticos crecen en esta zona paradisiaca donde los atardeceres son de ensueño y donde la oferta turística es amplia.
Turismo cultural a ritmo de tambora y acordeón
En la zona norte de Cartagena también es posible visitar el Centro Cultural ‘Tambores de Cabildo’, que desde hace 10 años saca a los niños de las calles y les enseña el arte africano ancestral del tambor.
Aquí el turista comparte con el grupo de tamboreros que ya son una institución nacional al punto que fueron invitados a tocar en la firma del acuerdo final para la paz.
En una de las Playas de Manzanillo, a 10 minutos de la Boquilla, es posible visitar el Centro Cultural Leandro Díaz creado por un holandés enamorado de la música vallenata, y ahí mismo en Punta Canoa está la fonda ‘El Gordo’ propiedad de un ciudadano español que prepara una paella exquisita.
“Esta campaña inició con una segunda jornada de limpieza de playas, en la que recogimos desechos sólidos presentes en estas áreas naturales. Así mismo, identificamos las fuentes que los generan, con el fin de contribuir a la modificación de los hábitos que producen la contaminación de nuestros escenarios naturales, tan importantes para el turismo”, comentó Juan Alberto Rodríguez, líder del Comité de Sostenibilidad del hotel Radisson…