El éxito del turismo ecológico de Costa Rica está basado en la creación de una «identidad clara» para atraer visitantes e inversionistas, un modelo que las pequeñas islas del Caribe podrían emular, según el Banco Mundial (BM).
El Banco Mundial ha elegido el caso de Costa Rica para ponerlo como ejemplo durante el Foro de Crecimiento Económico, organizado por esta institución en Santa Lucía para ayudar a buscar alternativas de desarrollo sostenible al Caribe Oriental.
Para ello, ha invitado al foro al exministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Alberto Trejos, quien participó como ponente ante representantes del sector público y privado de gran parte de las pequeñas economías caribeñas.
«Lo que se puede aprender del caso de Costa Rica en el turismo es la conveniencia de generar una identidad clara alrededor de un atractivo en particular, hacerlo uno genuino y buscar a aquellos que de verdad valoren ese atractivo, aunque sea un nicho pequeño», dijo Trejos en una entrevista con EFE.
Según el académico, el país centroamericano se ha enfocado en la conservación de su medio ambiente y, a su juicio, «ésta es una estrategia que te permite crecer sólidamente en ese mercado».
«En nuestro caso, el atractivo es el ambiente, no sólo porque tenemos bellezas naturales, algo que todos los países de nuestra región también tienen, sino porque hemos hecho algo por preservarlo, y eso es algo que los demás no han hecho», apuntó.
Además, explicó que al identificar un nicho concreto para promocionar todo un país como destino turístico «se le hace mucho más claro al viajero que eso es lo que se valora, y se le anima a que venga a verlo, porque esto es único».
En cualquier caso Trejos aclaró que el «boom» turístico de Costa Rica comenzó a finales de la década de los ’80, mientras que la estrategia de turismo ecológico fue adoptada en la década de los ’90.
«Me parece que los lugares que tienen sol y mar están creyendo que sol y mar es el futuro, pero eso es un ‘commodity’ que tantos otros pueden ofrecer que terminas compitiendo por precio», dijo Trejos, en referencia a muchas islas del Caribe que, en su opinión, están «muy temerosas de abrirse a los mercados».
A su juicio, la mayoría de los países del Caribe tienen que superar «barreras en su propia mentalidad», enfocada en sus limitaciones territoriales, en vez de verlas como oportunidades.
El exministro de Comercio Exterior de Costa Rica puso otros ejemplos como los de Granada (Nicaragua), Lima (Perú) y Quito (Ecuador), que han adoptado una «estrategia clara de qué los diferencia y por qué vale la pena ir a buscarlo allí».
Este foro de dos días está organizado por el BM con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Unión Europea (UE) y la Comunidad del Caribe (Caricom), entre otras agencias.