El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció el pasado viernes en un discurso en Miami el cambio de política hacia Cuba, que incluye su apoyo al embargo comercial y financiero estadounidense a la isla y la oposición a las peticiones internacionales de que el Congreso lo levante.
Esta decisión haría dar marcha atrás a la mayoría de los avances en el relacionamiento entre ambos países, promovidos por la administración Obama, y que han tenido un positivo impacto en el ecosistema turístico de la isla en el último año.
«Con efecto inmediato, cancelo los acuerdos unilaterales de la anterior administración estadounidense sobre Cuba», dijo Trump en un discurso que era aguardado con expectativa, y realizado en un teatro de Pequeña Habana, en Miami, corazón del exilio cubano.
El presidente de EEUU ha retado a La Habana a que se acerque a Washington a negociar un nuevo acuerdo que sea mejor para los intereses de la gente en ambos países.
En un comunicado publicado al tiempo que Trump hablaba en Miami, la Casa Blanca señaló que «la política reafirma el embargo estadounidense impuesto por ley a Cuba y se opone a los llamados en las Naciones Unidas y otros foros internacionales para acabar con él».
«Haremos cumplir el embargo», dijo el presidente durante su discurso en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, donde desgranó la revisión que ha decidido hacer en la política de normalización de relaciones con la isla iniciada por su antecesor, Barack Obama.
Tras el anuncio, el gobierno cubano expresó que rechaza la «retórica hostil» de EEUU y dice estar dispuesta a mantener «un diálogo respetuoso»…