París, que registra una fuerte caída del turismo desde los atentados de 2015, presentó esta semana un ambicioso plan para aumentar el número de visitantes, que incluye la creación de un espacio dedicado a jóvenes chefs de todo el mundo y la promoción del turismo gay.
El plan de seis años busca aumentar en un 2% por año el número de personas que visitan la capital de Francia.
París es el primer destino turístico mundial pero sufrió una caída de 11% desde enero a octubre de 2016.
A pesar del «momento delicado» que atraviesa el sector, el turismo en París «sigue siendo una industria muy fuerte. Terminaremos el año con 23 a 24 millones de visitantes», aseguró Jean-François Martins, responsable de turismo del Ayuntamiento de París.
El proyecto prevé consolidar los puntos fuertes de la capital francesa -la cultura, la historia y la gastronomía- y corregir sus puntos débiles -la seguridad y la limpieza. Asimismo, busca desarrollar una nueva oferta en el sector nocturno y del turismo gay.
El plan prevé también algunas modificaciones en los monumentos emblemáticos de la capital, como la creación de un espacio de acogida al pie de la Torre Eiffel…