¿Eres de los viajeros que necesitan encontrarse con el silencio para sentirse en paz durante sus vacaciones? ¿Disfrutas aislarte lo más posible en tus recorridos desconocidos? El infierno sería una buena e interesante opción. ¿O te da mucho miedo vivir algo así?
Considerado un diminuto territorio (el más pequeño de Sudamérica), Guayana Francesa deleita a quienes la visitan año a año por su bien cuidada arquitectura colonial. Es un departamento de ultramar de Francia -miembro actual de la Unión Europea- que limita con Surinam y Brasil. La mayoría de sus ciudades tienen vista al océano Atlántico.
Cuando aterrices en su capital, Cayena, te sorprenderás con su gran variedad étnica; convivirás con europeos, haitianos, criollos, brasileños, asiáticos. Esta ciudad es famosa por su carnaval, que comienza el primer domingo después de Año Nuevo. Desfiles y bailes de disfraces es la tónica.
Un lugar imprescindible para conocer son las Islas de la Salvación (o de la Salud). Está compuesta por las islas Real, Saint Joseph y del Diablo. La historia de esta zona es espeluznante debido a que antiguamente fue un campo de prisioneros. El famoso militar francés Alfred Dreyfus vivió en este "apacible" infierno de playas y palmeras.
A estos místicos lugares de ruinas -que funcionaron durante 94 años, siendo clausurados en 1946- sólo podrás acceder como turista. Está prohibido el acceso a la isla del Diablo por la dificultad que existe para entrar a ésta.
El Centro Espacial Guayanés debe ser otra parada en tu ruta. Está ubicado en el pueblo de Kourou, y es uno de los lanzadores de satélites más activos del planeta. Si andas con suerte, quizás presencies algún despegue.
En la localidad de Cacao podrás atiborrarte junto a tu familia o amigos de las delicias laosianas; también admirar los coloridos bordados de la comunidad de refugiados hmongs más importante del país. Hay que ser modesto y respetuoso al entrar a este submundo étnico-cultural.
Si ir de excursión a la selva es lo tuyo, el Sentier Molokoï de Cacao te cautivará. En este sitio hay mucha vegetación y cuanto insecto exótico puedas imaginarte. También monos capuchinos. Pero ten cuidado en no pisar una serpiente enorme camuflada entre la tierra y las plantas. No olvides llevar vestimenta ligera, ya que el clima es caluroso (28ºC promedio) y húmedo durante todo el año; los meses más cómodos para viajar son de julio a diciembre.
La importación de muchos productos desde Francia y que la moneda sea el euro, hacen de Guayana Francesa uno de los lugares más ricos y caros del continente sudamericano.
Haz que el dinero no sea un impedimento para conocer a una caribeña Guayana. Haz que el miedo no le gane a tu viaje y a las ganas de conocer un infierno natural, en donde, al menos al diablo, no saludarás.