La temporada de huracanes 2014 en el Atlántico y Caribe, que se prolonga desde junio hasta noviembre, registrará una actividad "normal o por debajo de lo normal", según las previsiónes de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). Y es que según apunta dicha agencia estadounidense, el fenómeno climático El Niño probablemente suprimirá el número e intensidad de ciclones tropicales.
El Niño no ocurre todos los años y tiene un patrón errático de aparición. Pero cuando se produce, se registran importantes cambios en las corrientes marinas del Océano Pacífico, lo que a su vez puede generar intensos vientos.
Precisamente son esos fuertos vientos provocados por El Niño que viajan desde el Pacífico hasta el mar Caribe y el océano Atlántico, los querompen los huracanes en el Atlántico o evitan su temprana formación.
Por todo ello, la probabilidad de que la temporada de huracanes 2014 tenga una intensidad por debajo de la media es de un 50%, según la NOAA.
Sólo hay un 10% de probabilidades de que los huracanes de este año presenten una actividad por encima de lo normal, añade la agencia meteorológica estadounidense.
Teniendo en cuenta que la temporada de huracanes dura seis meses, NOAA estima que podrían formarse entre tres y seis ciclones(incluyendo uno o dos de categoría 3-5, los más fuertes), así como una decena de tormentas tropicales.
En cualquier caso, según recuerdan los responsables de NOAA, "aunque esperamos que El Niño reduzca el número de tormentas y ciclones este año, es importante recordar que sólo se necesita un huracán que toque tierra para causar un desastre". De ahà la importancia de seguir los protocolos de seguridad.
En 2013 sólo se llegaron a formar dos huracanes en el Atlántico. Pero en los últimas dos décadas, el Océano Atlántico ha registrado temporadas de huracanes por encima de lo normal durante doce años.
"Sin embargo, se prevé que esta pauta de alta actividad de huracanes se verá contrarrestada en 2014 debido al impacto de El Niño y también a las temperaturas del Atlántico más frías que en años anteriore", concluye NOAA.
En cualquier caso, El Niño puede provocar otros fenómenos climáticos extremos desde Asia a América, como sequías, lluvias torrenciales o huracanes en el océano Pacífico.