Además de la rumba cubana y otras expresiones culturales, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró el merengue dominicano y la charrería mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La tradición de la charrería en México «constituye para las comunidades un medio para transmitir valores sociales importantes a las nuevas generaciones», argumentó la Unesco sobre esta tradición de arte ecuestre, al considerar que esta práctica tradicional es un elemento importante de la identidad y patrimonio cultural de México.
Al anuncio inicial de la rumba cubana como nueva incorporación a la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad se sumó también el merengue de la República Dominicana.
Así, la música latinoamericana fue una de las notas más sonoras de la jornada de deliberaciones del Comité intergubernamental de la Unesco reunido en Adis Abeba, que también acordó proteger a la cultura de la cerveza belga y las Fallas valencianas, entre otras expresiones.
Además de expresión identitaria, el merengue ocupa un papel destacado en numerosos ámbitos de la vida diaria de los dominicanos: la educación, las reuniones sociales y amistosas, los acontecimientos festivos e incluso las campañas electorales, destacó el comité de la Unesco…