El 2018 se iniciará con un nuevo reto: llegar a los 4.4 millones de turistas internacionales al concluir el año, en camino al objetivo final puesto por el Gobierno de incrementar en su gestión este indicador hasta los 7 millones de visitantes, un crecimiento, sin duda, ambicioso.
Es un buen momento para revisar el sector, desde la acción gubernamental hasta la participación de los operadores turísticos, autoridades regionales y municipales, con el ánimo de sintonizar los objetivos del sector público y del privado.
En su intervención ante el pleno del Congreso para sustentar el presupuesto de su portafolio del próximo año, el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Eduardo Ferreyros, informó que el 2018 significará un crecimiento de 9% respecto al presente año, lo que generará ingresos estimados en 4,950 millones de dólares.
Como balance del 2017, se fortaleció la promoción turística del Perú de manera sostenida en 22 mercados internacionales, además de participar en 14 ferias internacionales, 22 ruedas de negocios, con una convocatoria de más de 300 operadores turísticos peruanos.
Lo primero que debemos destacar es que la llegada de turistas al Perú mantiene un aumento sostenido en los dos últimos años, lo que refleja el dinamismo de la industria y la buena perspectiva para los próximos años, no solo en el número de visitantes, sino también en el flujo de inversiones en el sector.
Así tenemos que en el 2016 llegaron 3 millones 740,000 turistas extranjeros y generaron divisas por 4,303 millones de dólares; en tanto que se espera cerrar el 2017 con 4 millones 30,000 visitantes, y 4,591 millones de dólares en divisas.
Este dato es fundamental porque no olvidemos que el turismo constituye la tercera fuente generadora de divisas para el país, detrás de la minería y el agro; además, es el principal generador de divisas del sector servicios y representa aproximadamente el 4% del PBI nacional.
Respecto al turismo interno, este año ha sido fundamental la reactivación de los destinos turísticos del norte, fuertemente afectados por El Niño Costero, con la campaña Vamos pal Norte, así como con el fortalecimiento y la promoción de destinos no convencionales y de turismo fronterizo del norte, en Guayaquil, Loja, Cuenca y Machala (Ecuador) y en el sur, tanto en Arica como en Iquique (Chile).
El año que termina también significó el ingreso en el mercado local de las aerolíneas low cost, lo que deberá continuar en los próximos años para generar el mayor crecimiento de tráfico de pasajeros en el turismo interno y el externo, con el fin de alcanzar el objetivo de tener más visitantes.
A esto se suma el inicio de vuelos interregionales en el país, como Trujillo-Cusco o Chiclayo-Iquitos, lo que favorece al visitante extranjero, ya que podrá movilizarse de manera directa, en menor tiempo, sin pasar por Lima…