Reconocida como una de las maravillas del mundo antiguo, la ciudadela de Machu Picchu es la joya del turismo peruano, pero ahora las autoridades buscan diversificar la oferta que ofrece la reserva histórica y natural que la acoge en la región Cuzco, la antigua capital del Imperio de los Incas.
Las ruinas de Machu Picchu concentran la atención de miles de turistas que visitan Perú todos los meses, pero pocos conocen más de las 32.500 hectáreas del Santuario Histórico y Natural que también reúne numerosos sitios arqueológicos y riquezas naturales, según explicó a Efe su jefe, José Carlos Nieto.
El jefe del Santuario informó de que las autoridades del Ministerio de Cultura y del Servicio Nacional de Ãreas Naturales Protegidas del Perú (Sernanp) elaboran un proyecto de desarrollo que se basa en el Plan de Conservación del sitio y en las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El Ministerio de Cultura, agregó, «ha puesto en valor complejos arqueológicos aledaños y se han descubierto nuevos caminos», mientras que «el nivel de protección de la flora y la fauna ha venido en aumento».
«En estos últimos años se han evitado incendios, ya no hay tala ilegal, eso ha permitido que la flora y fauna se recupere», acotó.
Consideró que «todo ello representa una oportunidad para diversificar la oferta turística» hacia sitios importantes como 50 gradas, Intipunku, Incaraccay o Wiñayhuayna, entre otros.
«La idea es generar nuevos espacios de recorrido, siempre acompañados de poder apreciar la belleza escénica única de Machu Picchu», dijo.
La intención es implementar estas medidas como parte del Plan Maestro de conservación para 2015-2019, que se aprobó tras dos años de trabajo y que pone énfasis en el ordenamiento y desarrollo de actividades económicas como el turismo…