Las nuevas generaciones buscarán cada vez más, sobre todo cuando viajen solos o en pareja, alojamientos donde exista "la vivencia permanente". Así lo cree Roberto Torregrossa, presidente de la Asociación Catalana de Profesionales Expertos en Turismo y directivo de Husa, quien añade que "se rehuirá de hoteles convencionales como los entendemos ahora, en favor de establecimientos donde el compartir y experimentar sean el valor añadido; en los que además se encuentren con experiencias locales, con la posibilidad de sumergirse en la cultura del lugar: abrir las puertas a la comunidad para intercambiar experiencias con el visitante".
Es dentro de esta tendencia donde surgen con fuerza los llamados poshtels, combinación de los vocablos ingleses posh+hostels con la que se identifica a los "hostels pijo", que muestran unos claros elementos diferenciadores de su oferta. Así, destacan por su diseño, con el que aplican a este segmento lo que las cadenas de lujo están implantando en sus hoteles boutique para que sean aspiracionales y elegantes, pero sin encarecer el producto.
Sus instalaciones también reflejan el ambiente y la cultura del vecindario, en las que además se presta especial atención a los espacios donde los clientes pueden socializar. Precisamente los hostels suelen ubicarse en comunidades creativas con fáciles accesos en transporte público, dentro de ciudades que atraen a un viajero joven por sus tendecias artísticas y culturales…