En el momento en que las autoridades y jurisdicciones brasileñas contuvieron la criminalidad a principios de esta década, abrir las favelas situadas en las colinas de Río de Janeiro al turismo parecía una idea ganadora.
Las vistas resultan impresionantes, los residentes conseguían ganar algo de capital y los visitantes extranjeros verían otra parte de la metrópoli y no únicamente la playa de Copacabana.
En este momento, una nueva oleada de violencia en esas comunidades vivifica una preocupación: ¿Son las favelas seguras para visitarlas?
Según reseñó el portal El Nuevo Herald, las favelas de Río, afamadas por la oscarizada película "Ciudad de Dio", son conocidas desde hace tiempo por las drogas y el crimen.
Pero los grupos de viviendas reformadas que se ensanchan por las colinas de la metrópoli son también el lugar de nacimiento del desfile de Carnaval, la samba y el arte callejero.
Como parte de los preparativos que se emprendieron en el año 2008 para hospedar los Juegos Olímpicos, las autoridades presionaron para hacer que estas franjas antes impedidas fuesen más seguras al hostigar a las bandas de narcotraficantes.
La honda crisis económica que cruza la nació ha exacerbado la recóndita desigualdad existente y provocó recortes en la financiación de las fuerzas de seguridad, y las autoridades consintieron que han perdido nuevamente la intervención de la mayoría de las barriadas que en su día declararon "pacificada".
"La cuestión resulta muy complicada para decir puramente si es seguro o no", manifestó Marcelo Armstrong, que lleva 25 años llevando turistas a las favelas. "Depende de dónde, estriba del día, obedece a las circunstancias. Esta es la situación de Río ahora"…