«Davai! Spasibo!"™"™, gritan los empleados de un restaurante en la calle principal de Sharm el-Sheik, la meca del kitsch oriental donde el ruso pasó a reemplazar al más clásico inglés. La desesperación de los comerciantes por atraer a los turistas los lleva a gritar «¡Putin!», «¡Putin!», como quien grita «¡Messi!» cuando ve a un argentino.
Mientras el turismo en Egipto empieza a recuperarse a pasos de tortuga tras años de convulsión política que dejó a la economía en terapia intensiva, los rusos emergieron como el grupo dominante en las playas egipcias sobre el Mar Rojo. Y fue aquà donde unos 200 de ellos pasaron sus últimos días antes de morir de regreso a casa, en la tragedia aérea en el SinaÃ… Unos tres millones de rusos visitaron Egipto en 2014, casi un tercio del total de visitantes, y la mayoría de ellos apuntaron directamente a los resorts de la Península del Sinaà o a la costa de enfrente, lejos de la insurgencia que combate con el ejército egipcio…
Imagen:Â Marc Ryckaert / Wikipedia