TURISMO

Surinam, tierra de reservas naturales

¿Te imaginas caminar por una playa con palmeras y encontrarte de sorpresa una tortuga marina? ¿O con más de cincuenta a la vez? Si estás de visita en Surinam, podrás verla. Y es que cientos de tortugas laúd llegan hasta la arena para convertirse en madres y anidar sus huevos. Un maravilloso espectáculo para cualquier turista.

Se trata de la Reserva Natural Galibi, en el distrito de Marowijne. Está a una hora y media en bote desde la localidad de Albina. Aquí, podrás disfrutar de la tranquilidad y belleza del paisaje, mientras observas un atardecer en el horizonte del océano Atlántico.

A 130 kilómetros de la ciudad capital de Paramaribo -de construcciones coloniales-, rumbo al sur, se encuentra el Parque Nacional Brownsberg.

Ubicado a 500 metros sobre el nivel del mar, en Brokopondo, el parque enamora a quienes llegan a recorrer sus 8.400 hectáreas de selva amazónica. Escalar los picos de la meseta Mazaroni, bordear ríos, practicar senderismo hasta las cascadas y mirar los monos y aves que rondan el sector, no tiene precio.

Desde lo alto de la meseta, se puede divisar a lo lejos un infinito lago artificial Brokopondo. En él no sólo habitan peces, sino árboles que sobresalen de la superficie con sus copas. Por la noche pareciera ser un tenebroso pantano.

Otro de los encantos de la región es la Reserva Natural de Surinam Central, el hogar de 1.600.000 hectáreas de diversos y característicos animales de la región.

Si la suerte está de tu lado, podrás conocer al jaguar, al armadillo y a la nutria gigante, o tal vez un perezoso o un tapir. También habitan familias de primates y muchas, pero muchas aves. Más de seguro apreciarás el bello plumaje del guacamayo escarlata.

Una insondable selva tropical que impresiona a cuanto viajero se adentra en sus montañas y llanuras, y que no hay que dejar de conocer, sobre todo cuando lleva el nombre de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000.

Si te atreves a ser parte de esta travesía, colonos holandeses y británicos, descendientes de esclavos africanos, indios y amerindios te darán la bienvenida al país más pequeño de Sudamérica. Haz el intento por conversar con alguno y demuéstrale interés por conocer cómo es la vida en aquel territorio. Quizás más de alguno te confiese que su querida Surinam será por siempre el corazón palpitante del Amazonas.

Por: Fabrizio Bahamóndez, AeroLatinNews.

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