La Semana Santa es una de las mejores épocas para el turismo nacional y extranjero, pero México no ha sabido aprovechar ni explotar competitivamente los atractivos que tiene, consideró Consultores Internacionales S.C. (CISC).
En su análisis semanal «CISC Comentario», expuso que el turismo se ha convertido en uno de los sectores que más contribuye al Producto Interno Bruto (PIB) de México, con entre 8.4% y 8.5%, según las cuentas nacionales medidas por el INEGI.
La oferta de alojamiento supera los 17,000 establecimientos con más de 637,000 habitaciones en diferentes categorías, infraestructura que en temporadas de importante afluencia, como lo es la Pascua, constituye en centro de importante actividad económica, pero que para nada abarca todo el potencial que se tiene, señaló.
Refirió que la Semana Santa dejará una derrama económica de 41,538 millones de pesos, un incremento de 4.5% con relación a 2012, de acuerdo con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).
En esta temporada vacacional se estima que los principales destinos turísticos (como playas, zonas arqueológicas y pueblos mágicos) recibirán cerca de 12 millones de turistas, nueve de ellos extranjeros, agregó.
Sin duda que estas fechas son de vital estrategia para el país ya que el sector turismo además de su aportación al PIB genera 2.5 millones de empleos directos y 5.0 millones de indirectos, destacó.
Además de la derrama económica que representan las divisas que traen los visitantes extranjeros y el gasto que realizan los nacionales, mencionó en el documento titulado «La Pascua en vacaciones».
Indicó que tan sólo en 2012 el turismo internacional representó para México la entrada de 12.7 mil millones de dólares, y respecto a 1995 se duplicó el flujo anual.
La empresa de consultoría comparó que durante la crisis internacional de 2009 se registró una fuerte caída en la entrada de divisas, además la recuperación ha sido lenta en los años subsecuentes.
Sin embargo, resaltó, al cierre de 2012 se observa una panorama positivo y de seguir la misma tendencia en 2013 podría superarse el máximo histórico de entrada de divisas registrado en 2008, del orden de 13.6 mil millones de dólares.
Sin embargo, precisó, el panorama no es del todo favorable pues México ha perdido competitividad, descendió entre 2000 y 2009 del séptimo al décimo lugar mundial en recepción de turistas, según el ranking que publica la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Además, de acuerdo con un planteamiento de la Secretaría de Turismo, es posible que se pierdan hasta dos posiciones más, mencionó CISC.
Consideró que la inseguridad es un factor importante en efecto, pero es coyuntural, y en su opinión lo trascendente es la ausencia de una estrategia competitiva holística para el sector turismo.
«El plan con visión prospectiva que requiere el sector debe ir más allá de explotar ventajas comparativas fundamentadas en recursos básicos existentes, es decir en las dotaciones naturales o arqueológicas», estimó.
Ante ello, planteó, es necesario desarrollar esquemas y productos innovadores que transformen en ventajas competitivas los atractivos turísticos en las zonas ya conocidas, pero sobre todo en las menos desarrolladas turísticamente pero que se conoce tienen un potencial significativo.
Ello, mediante la integración de verdaderas cadenas de valor, en donde las empresas, los habitantes y las autoridades trabajen en conjunto, subrayó la firma.
