A pesar de que Acapulco es uno de los destinos mexicanos más concurridos durante la Semana Santa, la presencia turística no ha sido suficiente para frenar la escalada de violencia que el municipio de la costa del Pacífico vive estos días, y que contrasta con la estampa que publicitan las autoridades.
Este miércoles la ciudad -ubicada en el sureño estado de Guerrero- y sus alrededores despertó con cinco muertos, ya que en un bar ubicado en la carretera Acapulco-México, unos hombres irrumpieron en un bar y asesinaron a tiros a dos trabajadoras y al encargado. Además, dos cadáveres fueron encontrados en la colonia Ciudad Renacimiento.
El lunes otros individuos armados ingresaron en las oficinas de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama), mataron a un trabajador e hirieron de gravedad a otro.
A pesar de que estos incidentes ocurrieron en zonas alejadas al núcleo turístico, el área costera tampoco ha quedado libre de las marcas de la violencia.
Fue el lunes cuando en la playa La Angosta asesinaron a dos pescadores, en un acto presenciado por los turistas que deambulaban por el lugar. Días antes, en la playa Papagayo, situada en el centro de la bahía, fue encontrado un hombre ejecutado.
Según publica EFE, los criminales no parecen verse disuadidos por el operativo de más de 4.000 policías que refuerza la seguridad en la zona durante el periodo festivo.
Tampoco por la elevada ocupación hotelera, que actualmente es del 87 % -un 33% superior a la de la misma fecha-, según informa la Secretaría de Turismo (Sectur) de México…