INDUSTRIA AERONÁUTICA

Tráfico doméstico da alas a la aviación en Colombia

Más competencia y mayor necesidad de movilidad impulsan crecimientos históricos del sector, pero falta mejor infraestructura.

El ingreso de una aerolínea de bajo costo (LCC, por sus siglas en inglés) en el mercado colombiano en 2012, junto a un aumento significativo en los viajes nacionales, han contribuido a fomentar el crecimiento entre las principales aerolíneas del país.

Sin embargo, falencias considerables en la infraestructura de las ciudades periféricas y las zonas rurales podrían limitar el crecimiento del sector aéreo fuera de los grandes centros urbanos.

El firme compromiso que han mostrado en la última década tres aerolíneas privadas (la colombiana Avianca, la chilena LAN y la panameña Copa Airlines) hizo posible un excelente desempeño del sector en el 2012: el tráfico nacional de pasajeros aumentó 15 por ciento respecto a 2011, mientras que el internacional creció un 13 por ciento.

El más reciente informe de Aerocivil, autoridad del sector, confirmó que la tendencia positiva continuó durante el primer trimestre de 2013.

En términos anuales, a marzo pasado el número de pasajeros aumentó 14,8 por ciento, al pasar de 2,08 millones a 2,39 millones. El crecimiento fue mayor en el mercado nacional, con un aumento del 19,6 por ciento, mientras los viajeros internacionales subieron 13,6 por ciento.

En ese contexto, Avianca sigue como líder del sector. Según el Centro para la Aviación (Capa), proveedor de información y análisis del mercado, la empresa fusionada con la salvadoreña Taca, acaparó el 61 por ciento del tráfico nacional de pasajeros en 2012, aumentando los pasajeros movilizados en 43 por ciento frente a 2011, mientras que su cuota en el mercado internacional aumentó del 26 por ciento al 41.

Dicho aumento puede explicarse, en parte, por la decisión de Avianca de ampliar su oferta nacional, tanto en rutas como en frecuencias de vuelos. Esta medida pudo haber estado influenciada por la entrada al mercado de un nuevo competidor, la primera aerolínea de bajo costo (LCC) con base en el país, VivaColombia, que comenzó a operar en mayo de 2012.

Este nuevo jugador ha alterado la dinámica del mercado, y es cierto que Avianca y otras aerolíneas redujeron sus tarifas en los meses posteriores. Sin embargo, según Manuel Leal Angarita, presidente de la Asociación de Transporte Aéreo de Colombia (Atac), «Contrariamente a lo que mucha gente piensa, el ingreso al mercado de una aerolínea de bajo costo no fue la única razón por la que las compañías han reducido sus precios».

El dirigente gremial explicó al Oxford Business Group que el alto nivel de competencia y un crecimiento del 15 por ciento en el tráfico de pasajeros en todo el país también han contribuido a reducir los costos, lo que en última instancia favorece al consumidor.

Mientras tanto, VivaColombia transportó 558.000 pasajeros en sus primeros ocho meses de funcionamiento de acuerdo con cifras de Aerocivil, lo que la situó en quinto lugar en términos del tráfico de pasajeros tras Avianca, LAN Colombia, Copa Colombia y la estatal Satena.

El crecimiento de la empresa low-cost se debe, en parte, al aumento de la demanda de viajes aéreos por parte de los colombianos, quienes cuentan con dificultades considerables a la hora de atravesar el país por vía terrestre.

Más vuelos, más destinos…
Asimismo, el número de rutas entre las ciudades secundarias es cada vez mayor. Esto abarca conexiones de vuelo como Barranquilla – Medellín, que experimentó un aumento del 192 por ciento en el número de pasajeros, desde los 79.000 de 2011 a los 232.000 de 2012.

En ese contexto, las conexiones para las ciudades más pequeñas, tales como Popayán, Riohacha e Ipiales, son aún bastante limitadas. Avianca, que ofrece vuelos diarios a Bogotá desde estas ciudades, es a menudo la única opción, mientras que Satena y la regional Aerolínea de Antioquia (ADA), ofertan unos pocos vuelos semanales a Medellín, Cali y otros centros urbanos importantes.

Bogotá está procurando, en este contexto, posicionarse como un centro regional de aviación. Sin duda, el aumento en la capacidad del aeropuerto El Dorado podría ayudar en este sentido, dada la inversión de 1000 millones de dólares para la expansión y actualización de sus instalaciones.

Una vez finalizado el proyecto, en 2014, el aeropuerto contará con una terminal aérea de 173.000 metros cuadrados, lo que le permitirá estar en condiciones de alojar a Avianca y las operaciones locales de Copa, LAN y EasyFly, así como recibir a 28 millones de viajeros al año.

Sin embargo, el espacio podría convertirse de nuevo en un problema, si llegan a cumplirse las proyecciones en la demanda: en 2011, el aeropuerto recibió 20,3 millones de pasajeros y se estima que cerca de 30 millones lo transiten en el 2016, alcanzando 46 millones en 2026.

El impulso de la industria del transporte aéreo, comandado por un aumento de la demanda nacional e internacional, sugiere un futuro prometedor, pero lograrlo requiere de una única cosa: seguir mejorando su infraestructura

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