Aunque se trata de una de las aerolíneas globales con balances más sólidos, Delta Airlines anunció que llevará adelante una serie de medidas que tienen como objetivo resguardar su integridad económico-financiera ante la pandemia del COVID-19 (coronavirus).
La compañía reducirá su capacidad en un 15% frente a lo inicialmente planeado para este año, valor que se sitúa entre un 20%y 25% en el caso de su red internacional y entre un 10% y 15% en el mercado doméstico estadounidense.
Asia-Pacífico es la región más afectada, con un ajuste del 65%, mientras que el mercado Latinoamericano sólo sufrirá una reducción del 5%, al menos por ahora.
Delta Airlines también avanzará con otras medidas similares a las que tomaron otras compañías aéreas como congelar la contratación de nuevos empleados y ofrecer licencias voluntarias al personal.
También se dejará en tierra a parte de la flota y se evaluará el retiro anticipado de las aeronaves más antiguas.
Para mejorar su balance y flujo de caja la compañía diferirá gastos de capital por USD 500 millones, retrasará USD 500 millones de fondos de pensiones voluntarias y suspenderá recompra de acciones.
Además, la reciente disminución del precio del combustible proporciona aproximadamente $2 mil millones de dólares en beneficios de gastos de todo el año.
«Delta tiene una calificación de inversión en cuanto a sus estados financieros, lo que le permite un fácil acceso a los mercados de capitales y al financiamiento bancario. La compañía anunció recientemente la emisión de $1 mil millones de dólares de deuda asegurada de aeronaves a una tasa combinada de 2.09 % y tiene la intención de utilizar las ganancias para financiar $1 mil millones de dólares de vencimientos de deuda programados en marzo», explicaron desde la aerolínea…