A medida que las aerolíneas estadounidenses están reduciendo drásticamente el número de vuelos, especialmente en el corto radio, para enfrentar la escasez de pilotos y el aumento de los costes de combustible, efectos de la pandemia de COVID-19 y del reciente conflicto bélico provocado por la invasión rusa de Ucrania, están ensayando otras fórmulas para operar las rutas más cortas, de lo que han surgido innovadoras ideas antes impensables y nuevas asociaciones intermodales.
Landline: ¿aeropuerto del futuro?
La empresa de autocares Landline ha comenzado a establecer servicios de líneas fijas de autobús desde localidades menores a corta distancia a los aeropuertos que requieran las aerolíneas socias. Los viajeros pueden reservar su viaje en autocar a través de la aerolínea y pasar a sus puntos fijos, donde los pasajeros podrán hacer el check-in para el vuelo, facturar su equipaje y pasar por un control de seguridad como si estuviera en el aeropuerto solo que aborda el autobús, mediante una alianza con la Agencia de Seguridad del Tranporte (TSA), responsable de esa tarea, y ser llevados directamente a la puerta de embarque a su avión, en la terminal del aeropuerto correspondiente para conectar con el vuelo a su destino final.
Sus equipajes serán transferidos de los autobuses a los aviones. Las principales aerolíneas estadounidenses brindarán a sus clientes la primera experiencia de aeropuerto privado económicamente accesible del mundo. En el futuro, dispondrán de uno de sus puntos fijos los complejos turísticos, campus corporativos, universidades y pequeñas localidades.
Este concepto de «aeropuerto en cualquier lugar» cambiará para siempre los viajes, y todos los viajeros, aerolíneas y comunidades se beneficiarán de este cambio de paradigma, dice Landline.
American Airlines se acaba de asociar con la empresa de autocares Landline para reanudar sus vuelos a un destino al que operaba en la prepandemia, al Aeropuerto de Lehigh Valley, cerca de Allentown, la tercera ciudad más grande del estado de Pensilvania, pero suspendió los vuelos en mayo de 2020. Es la tercera aerolínea que establece una alianza con la compañía de transporte terrestre, aunque en su caso es para conexión con otros vuelos regulares, después de los acuerdos con United Airlines para servir a varios destinos de esquí en Colorado y con Sun Country Airlines en Minnesota.
Ahora, la aerolínea está probando los autobuses como una alternativa a los aviones, debido a los crecientes costes de combustible, la escasez de pilotos y objetivos ambientales.
Así, a partir del 3 de junio, los pasajeros tomarán un autobús fijo con los colores y logo (librea) de American Airlines desde el Aeropuerto de Lehigh Valley, cerca de Allentown, a unos 112 km de distancia por carretera; y desde el Aeropuerto de Atlantic City, en Nueva Jersey, a una distancia de unos 90 km, al Aeropuerto de Filadelfia, Pensilvania. Los vuelos de corto radio no son considerados rentables dada la economía de combustible de los aviones pequeños.
Landline, la compañía de autobuses, explica que sus autocares son ecobuses, eficientes en el consumo de combustible y ecológicos, por lo que son muy rentables para destinos de menos de unos 320 km y reducen la emisión de carbono de un vuelo regional en un 80 o 90%; además de que no requieren de pilotos sino conductores, lo que estaría resolviendo los problemas de las aerolíneas con las rutas de corto radio…