Lufthansa, aerolínea de bandera alemana y pendiente de recibir fondos estatales para garantizar su supervivencia en la crisis del coronavirus, perdió 2.100 millones de euros en el primer trimestre, cinco veces más que hace un año, por el impacto de la pandemia y la restricción en los viajes. “El tráfico en todo el mundo se ha paralizado casi por completo. Esto ha lastrado el resultado en una dimensión que hasta ahora nunca se había producido”, dijo Spohr.
Con este panorama, la compañía ha anunciado un plan de fuertes reestructuraciones en todas las áreas por una demanda que se recupera “muy lentamente”, según palabras del presidente del grupo, Carsten Spohr. El plan permitirá generar recursos para devolver las ayudas estatales de 9.000 millones y hacer frente a las pérdidas, siendo “imposible” prever resultados para el año.
Así, prevé reducir “notablemente” los costes unitarios con el trabajo a jornada reducida para 87.000 empleados. Asimismo, va a posponer o cancelar proyectos y servicios de mantenimiento para recortar costes fijos. También va a intensificar los programas de reestructuración filiales, como en Austrian Airlines –recorta flota y costes de personal el 20%– y en Brussels Airlines –reduce flota el 30% y plantilla el 25%–. La empresa no descarta la venta de filiales que no formen parte del negocio principal y está en conversaciones con los fabricantes de aviones para aplazar entregas.
Los ingresos han caído el 18%, a 6.400 millones de euros. Entre enero y marzo Lufthansa transportó a 21,7 millones de pasajeros, un 26% menos, con un 19% menos de oferta y una caída del 24% en la demanda.
La aerolínea cuenta con 4.300 millones de euros de liquidez, pero cada mes pierde unos 800 millones de euros de sus reservas, pese a haber reducido costes fijos alrededor del 30%. El consejo de supervisión aprobó el lunes las condiciones de Bruselas para acceder al rescate de unos 9.000 millones del Gobierno alemán, que la obligarán a ceder derechos de vuelo en Frankfurt y Múnich…
