Ryanair ha cerrado su año fiscal hasta el 31 de marzo pasado con un beneficio neto de 1.430 millones de euros, frente a una pérdida neta en el año fiscal anterior de -355 millones de euros, un resultado que la low cost irlandesa atribuye a la fuerte recuperación del tráfico, tarifas más altas, sus costes base y contratos de cobertura de combustible ventajosos. Durante el período, la aerolínea aumentó un +74% a 168,6 millones de pasajeros, mejorando 11 puntos su ocupación a 93%, y un 124% sus ingresos a 10.780 millones de euros.
Las claves del año
Las tarifas aumentaron un 10% con respecto a los niveles anteriores a la pandemia de Covid-19.
Los costes unitarios, fuera del combustible, descienden hasta los 31 €.
La flota total al 31 de marzo es de 537 aviones, incluyendo 98 B737 MAX 8-200, que Ryanair denomina Gamechangers, por el ahorro de combustible y emisiones de CO₂ que suponen, con un 4% más asientos y un 16% menos combustible.
Combustible para el año 2024 cubierto en un 85%.
Abiertas 5 nuevas bases y 300 nuevas rutas.
Recortes salariales restablecidos 28 meses antes por convenio para casi todas las tripulaciones.
Fuertes ganancias de cuota de mercado en Europa y principalmente en Italia, Polonia e Irlanda.
Firmado un pedido de 300 MAX-10 para renovar la flota y aumentar el tráfico a 300 M de pasajeros para el año fiscal 34…