Sombra formaba parte del escuadrón del aeropuerto de Quito que se encarga de evitar que las aves interfieran al momento de que los aviones despegan o aterrizan.
Con su pelaje negro intenso, esta can llegó al aeropuerto de Quito en el 2014 para realizar tareas de control de fauna. Y durante estos años años cumplió bien su tarea de ahuyentar las aves de las zonas aledañas a la terminal.
Su tarea, sin embargo, ha llegado a su fin y esta semana entró a jubilación.
El retiro de Sombra no ha pasado inadvertido. Este 7 de septiembre, la terminal aérea capitalina la despidió con una placa de reconocimiento y unos bocadillos caninos.
“Ha sido un honor y una alegría contar con su presencia durante este tiempo y esperamos que su jubilación sea una etapa de merecido descanso”, indica el mensaje colocado en la placa elaborada para Sombra…
Imagen: @AeropuertoUIO