El pasado 1 de junio se cumplió un año de la reanudación de operaciones comerciales de pasajeros desde el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito, luego de que las operaciones de pasajeros fueran suspendidas a mediados de marzo de 2020 a causa de la pandemia de COVID-19.
Entre el 1 de junio de 2020 y el 31 de mayo de 2021, se movilizaron por el aeropuerto de Quito un total de 1 151 826 pasajeros en vuelos de salidas y arribos, nacionales e internacionales. El promedio mensual de pasajeros en este periodo fue de 95 985 pasajeros, es decir un 77% más bajo que el promedio mensual registrado antes de la pandemia (418 614 pasajeros).
Del total de viajeros, 592 192 corresponden a vuelos internacionales, mientras que 559 634 pasajeros se transportaron en vuelos nacionales.
La recuperación del volumen de pasajeros ha sido paulatina, pero constante. En junio de 2020, por el aeropuerto capitalino transitaron 19 664 pasajeros y para mayo de 2021, un total de 163 082 personas utilizaron la terminal aérea.
En lo que se refiere a conectividad, se han restablecido aproximadamente el 80% de las frecuencias con las que operaba el aeropuerto antes de la pandemia. De los 17 destinos internacionales directos a los que se llegaba desde Quito, se han reanudado 11: Ámsterdam, Atlanta, Madrid, Fort Lauderdale, Houston, Miami, Ciudad de México, Panamá, San Salvador, Bogotá y Lima.
De manera similar, de 18 aerolíneas internacionales que volaron en 2019, 12 compañías aéreas operan nuevamente en el aeropuerto de Quito.
Respecto al tráfico nacional, se han restablecido siete destinos dentro del país, de los nueve que existían antes de la crisis sanitaria: Guayaquil, Baltra, San Cristóbal, Cuenca, Manta, Loja y Coca. Tres aerolíneas brindan el servicio de vuelos nacionales comerciales de pasajeros.
El camino a la recuperación
A mediados de marzo de 2020, el Comité de Operaciones de Emergencia del Ecuador determinó el cese de operaciones aéreas comerciales de pasajeros en todo el país debido a la pandemia ocasionada por el COVID 19.
A pesar de esto, el aeropuerto de Quito nunca dejó de operar; se mantuvo abierto para manejar los vuelos de repatriación y también las operaciones de carga aérea, tanto de exportación como de importación.
Inmediatamente, Quiport inició una investigación de todas las disposiciones internacionales y nacionales en cuanto a protocolos de bioseguridad y comenzó a diseñar los cambios que se deberían implementar para garantizar la salud de pasajeros, usuarios y empleados aeroportuarios.
Sandro Ruiz, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios (EPMSA), considera que el rol que desempeñó el aeropuerto de Quito durante los primeros meses de la pandemia fue importantísimo, permitiendo el retorno de los ecuatorianos y extranjeros residentes en el país que se encontraban en el exterior. “Funcionamos como un hub de conexión internacional y, adicionalmente, todo el soporte logístico para la carga siempre se mantuvo abierto”.
“Tuvimos más de 225 vuelos de repatriación de salida que nos permitieron movilizar miles de pasajeros que querían regresar a casa. Las operaciones de repatriación nos permitieron establecer las bases para la implementación de todos los protocolos de bioseguridad para que los pasajeros viajaran de una manera segura”, recuerda Allan Padilla, director de Operaciones de Corporación Quiport.
Se desarrollaron múltiples reuniones de trabajo entre los representantes de todas las autoridades, instituciones y empresas involucradas en el transporte aéreo para diseñar los protocolos de seguridad sanitaria en el aeropuerto. Luego de desarrollar los protocolos, comenzaron a implementarse las adecuaciones físicas en la terminal de pasajeros: colocación de pantallas de vidrio en los mostradores de chequeo de las aerolíneas y en los mostradores de migración, señalética de piso para marcar la distancia social requerida, reducción de aforos en salas de embarque, restaurantes y tiendas, cámaras térmicas para medición de la temperatura corporal y alfombras de desinfección. Adicionalmente se establecieron procedimientos para la desinfección de todas las áreas de flujo de pasajeros y se puso en marcha una campaña de información para promover la observancia de las medidas de bioseguridad en el aeropuerto.
Listos para reanudar la operación
Los protocolos y procedimientos fueron comprobados por representantes del COE Nacional, así como por autoridades de la Dirección General de Aviación Civil y del Municipio de Quito quienes estuvieron de acuerdo en reanudar las operaciones comerciales de pasajeros a partir del 1 de junio.
Anyelo Acosta, máxima autoridad de la Dirección General de Aviación Civil, asegura que fue mucho más fácil tomar decisiones porque se contaba con planes y protocolos, y se trabajó con un manual y procedimientos de bioseguridad. “Corporación Quiport hizo todas las adecuaciones necesarias y no escatimó en hacer los cambios para adaptarse a esta nueva realidad de la aviación. Luego de varias reuniones y de incansables horas de trabajo logramos tener un aeropuerto con las condiciones necesarias para recibir a los pasajeros”.
“La decisión de retomar la actividad comercial de pasajeros en el aeropuerto de Quito se dio después de un análisis trabajado mancomunadamente con todos los actores principales del aeropuerto; fue un trabajo articulado entre el gobierno nacional, el gobierno local y el concesionario Quiport. De manera estratégica escogimos la fecha más equilibrada desde el punto de vista económico, pero también de bioseguridad”, manifiesta Sandro Ruiz.
El presidente de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas en el Ecuador (ARLAE), Marco Subía, destaca que “el hecho de que todos los actores de la industria hayamos trabajado juntos para lograr una reapertura pronta del aeropuerto de Quito, y del país en general, ha coadyuvado para que la industria se reactive de mejor manera”.
Referente regional
Así, el aeropuerto Mariscal Sucre fue el primero en la región en reanudar las operaciones comerciales de pasajeros, abriendo el camino para que otros aeropuertos en América Latina inicien sus propios procesos de recuperación de actividades.
“El aeropuerto de Quito fue un referente en la región. Tuvimos varios conversatorios con la Organización de Aviación Civil Internacional y con varios países de la región para entender qué es lo que hicimos bien para mantener la operatividad en los aeropuertos”, revela Anyelo Acosta, mientras que Marco Subía estima que “Quito, y el Ecuador en general, tomaron una iniciativa y un liderazgo muy importante y se nos ve como referente regional y mundial de lo que se debe hacer”.
En agosto de 2020, el Aeropuerto Internacional de Quito obtuvo la Acreditación Sanitaria de Aeropuertos (AHA, por sus siglas en inglés) otorgada por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés). La Acreditación Sanitaria de Aeropuertos certifica que el aeropuerto cumple con las recomendaciones del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para establecer medidas sanitarias comunes y está alineada con las mejores prácticas de ACI, así como con el protocolo de seguridad de la aviación desarrollado por la European Union Aviation Safety Agency (EASA).
Para Ramón Miró, presidente y director general de Corporación Quiport, “volver a operar los vuelos comerciales en la situación que estaba atravesando el país y el mundo, fue sin duda un reto muy importante, que lo asumimos conscientes de que nuestro equipo trabajaría minuciosamente para que las operaciones del aeropuerto se manejen adecuadamente, se adapten a la nueva realidad y sobre todo para ganarnos la confianza de nuestros pasajeros y que se sientan seguros de volver a viajar”.
“Un año más tarde vemos los frutos de este esfuerzo. Cada vez tenemos más aerolíneas, más frecuencias y más pasajeros. Seguimos reinventándonos, adaptándonos y sobretodo cumpliendo con nuestra misión y visión como empresa”, concluye.