Aena, junto con Vueling y el grupo de empresas tecnológicas formado por Easier, IDEMIA, Indra, Materna-ips y Mobbeel, ha puesto en marcha una prueba piloto de embarque a través del reconocimiento facial en el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Es la primera vez que se realiza en Europa integrando en un solo proceso todos los pasos a llevar a cabo por un pasajero en un aeropuerto, incluyendo como novedad la facturación del equipaje. El objetivo es que los pasajeros puedan realizar todo el recorrido hasta el avión sin necesidad de mostrar la documentación de identificación.
Basado en una tecnología de identificación a través del reconocimiento de las características físicas e intransferibles de las personas, los equipos de sistemas biométricos se han ubicado en la zona de facturación, permitiendo autofacturar el equipaje; en el acceso al filtro de seguridad y en la puerta de embarque, donde se validarán los datos biométricos del pasajero, sus rasgos faciales (imagen de su cara) y documentación (el DNI o pasaporte). Esto permite agilizar el proceso y aumentar la seguridad desde que el viajero se registra online en su casa hasta que coge su vuelo.
La validación de documentación con datos biométricos se realiza una sola vez durante el piloto, siempre que el pasajero dé su consentimiento para posteriores vuelos. Actualmente, Aena es la única propietaria de la base de datos biométrica y, por tanto, responsable de su gestión, y la información obtenida es tratada de acuerdo al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establecido en Reglamento Europeo 2016/679 relativa al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de dichos datos.
Este proyecto de colaboración entre Vueling y Aena se inició hace varios meses con pasajeros de la aerolínea en la ruta Barcelona-Málaga. Se trata de la prueba piloto más completa que se está realizando en un aeropuerto de Aena, ya que incluye tecnología biométrica en cuatro procesos del viaje: check-in, facturación de equipaje, filtro de seguridad y embarque…