En el marco de la desescalada de los viajes en Brasil, los aeropuertos de San Pablo (Guarulhos) y de Río de Janeiro (Galeão), las dos principales terminales aéreas del país, recibieron certificaciones internacionales por las medidas de bioseguridad que implementaron desde el inicio de la pandemia.
Mientras Brasil avanza aceleradamente en la senda de su reapertura turística, implementando sus protocolos oficiales bajo el sello “Turismo Responsable”, los dos principales aeropuertos del país fueron reconocidos internacionalmente por sus medidas de prevención ante el COVID-19.
Efectivamente, el aeropuerto de Galeão, de Río de Janeiro, recibió a principios de mes el sello “Safe Travels” del WTTC (World Travel & Tourism Council), avalado por la Organización Mundial del Turismo (OMT). En tanto, el de Guarulhos, en San Pablo, fue certificado por Airport Health Accreditation, entidad que “evalúa los protocolos implementados para promover la seguridad de pasajeros, clientes habituales y empleados”.
Al respecto, el ministro de Turismo brasileño, Marcelo Álvaro Antônio, aseguró que estos reconocimientos confirman que “Brasil está preparado para la reanudación de los viajes y el turismo”, bajo medidas de seguridad.
“Son protocolos como estos y los del Ministerio de Turismo los que brindan seguridad para que los pasajeros vuelvan a viajar. Estas iniciativas demuestran que todos los segmentos turísticos están comprometidos con la protección de la salud de los brasileños y de quienes nos visitan”, afirmó el funcionario.
De acuerdo a lo informado por la cartera, entre las medidas adoptadas por ambas terminales se encuentran: acciones para garantizar la distancia social; uso de equipos de protección personal por parte de los pasajeros y la comunidad aeroportuaria; disponibilidad de dispensadores de alcohol en gel; tecnología de medición de temperatura y mapa de calor de la terminal; y presentación de medidas adoptadas por los sectores de servicios, comercio minorista y alimentación.
Además, el Aeropuerto Internacional de Guarulhos es el primero del país en tener un laboratorio de testeo de COVID-19, ya que algunos países, como Portugal y Francia, requieren que los pasajeros presenten este tipo de prueba para permitir la entrada a sus territorios…