A quién no le pasó tener que esperar tres horas para poder embarcar en un aeropuerto, o pasar varias horas entre escalas y escalas o en demoras sorpresivas. Pero ahora, ese tiempo “muerto” que uno podía pasarlo entre tirarse en el piso o comer alimentos poco aconsejables, pero cambia, al menos en Estados Unidos.
Desde hace meses, en las terminales aeroportuarias del país del norte afloró una tendencia de tiendas con productos saludables que antes no existían. Algo así pudo verse durante los días de gran movimiento turístico en torno al Día de Acción de Gracias donde al menos unos 55 millones de personas se movilizarán por el aire y entre las terminales.
Según datos de 2018 del Airport Council International, “los estadounidenses gastaron más de 2.000 millones de dólares en las tiendas de los aeropuertos del país, incluyendo los puestos de comidas y bebidas”. Esto, en medio de una fuerte tendencia en intentar alimentarse mejor y reducir los índices de obesidad, el difícil cambio cultural alimentario se instaló en los aeropuertos.
Ante esto, los aeropuertos han comenzado a potenciar la cultura culinaria de cada ciudad y modificando las instalaciones. Un ejemplo es la nueva terminal de mil millones de dólares del Aeropuerto Internacional Louis Armstrong de Nueva Orleans que cuenta con más de 40 opciones de alimentos. Pero además, se está pensando en que cada terminal sea un polo gastronómico no sólo para los viajeros…