Andreas Lubitz, el copiloto que estrelló el vuelo 925 de Germanwings, tenía problemas de la vista y temía quedar ciego, y algunos médicos que lo vieron pensaban que no estaba en condiciones de volar pero no lo reportaron a la aerolínea debido a las leyes alemanas sobre la confidencialidad de los pacientes, informó un fiscal.
"Los médicos se arriesgan a ir a prisión si revelan información sobre sus paciente"
El fiscal de Marsella, Brice Robin, dijo el jueves a la prensa en París que el copiloto Andreas Lubitz visitó a siete médicos un mes antes de la tragedia aérea del 24 de marzo, incluyendo tres citas con un psiquiatra.
Robin indicó que algunos médicos consideraron que Lubitz era psicológicamente inestable, y otros que era incapaz de volar, pero «lamentablemente que la información no se difundió debido al secreto médico»…
Imagen: Germanwings