Las mujeres con un embarazo normal pueden viajar en avión en cualquier semana de gestación. Aunque "deberían evitarse viajes largos o que resulten pesados para la embarazada, fundamentalmente en el primer trimestre y cuatro semanas antes de la fecha prevista del parto", destaca Pilar Ãlvarez, ginecóloga del Hospital Infanta Sofía, de Madrid.
El mejor periodo para viajar es el segundo trimestre, cuando el riesgo de aborto es menor y es raro que se produzca un parto prematuro. Ãlvarez indica que "en este momento el embrión ha superado la fase de implantación y el volumen del abdomen todavía no incomoda demasiado a la embarazada". En todo caso, el tiempo de viaje no debería exceder las seis horas al día.
Si la mujer tiene problemas de salud, como hipertensión o diabetes mal controlada, o es un embarazo de riesgo, la ginecóloga aconseja no volar en avión.
Además, se recomienda evitar viajes largos en estas situaciones:
Embarazos únicos a partir de la semana 36.
Embarazos múltiples a partir de la semana 32.
Riesgos
En el resto de casos, "los viajes en avión suelen ser seguros y no incrementan el riesgo para el feto o para la madre, ni tampoco precipitan el parto", afirma Ãlvarez.
El único riesgo asociado que comenta la experta es el trombótico por permanecer sentada durante un largo periodo de tiempo. A este factor se le suma el riego trombótico propio de la gestación.
Este sería el único inconveniente de volar en avión, aunque la ginecóloga recuerda que viajar a países con enfermedades infecciosas endémicas puede conllevar riesgos materno- fetales. "Si el viaje es inminente, deben ser informadas de los síntomas, modo de transmisión, periodo de incubación y las medidas de protección individual"…