Tammie Jo Shults, la piloto del vuelo 1380 de Southwest Airlines que sufrió la explosión de una de sus turbinas causándole la muerte a una pasajera, ha sido llamada una «heroína» con «nervios de acero» que logró evitar una tragedia aún mayor al lograr aterrizar de emergencia el Boeing 737 en Filadelfia.
La aeronave bimotor transportaba a 149 personas y cinco tripulantes, y Shults tuvo que maniobrarla con un sólo motor y la cabina despresurizada, luego de que un pedazo de turbina destrozara una ventana.
A raÃz de este daño en el fuselaje la pasajera Jennifer Riordan fue succionada pero retenida por las personas a su lado. Murió luego en el hospital por sus heridas, mientras que otras siete personas resultaron lastimadas.
Shults se vio obligada a hacer descender rápidamente al avión, ya que los pasajeros estaban utilizando máscaras de oxígeno y se preparaban para un impacto.
Con extrema calma la comandante habló con la torre de control e informó que había perdido una parte del avión, que se dirigía a la pista lentamente y que necesitaría de ambulancias…