Una inédita campaña emprendida a través de las redes sociales logró salvar la vida de un pequeño cachorro que estaba retenido desde el viernes en el Aeropuerto El Prat de Barcelona, España, y que corría el riesgo de ser sacrificado.
«Buddy», el tierno protagonista de la historia, viajó la semana pasada desde Estados Unidos a España junto a su dueña, Irene Sola, pero en el terminal aéreo le impidieron la entrada debido a que fue imposible leer su microchip identificatorio.
Según explicó el diario español ABC, el animal tenía que pasar una serie de controles para su ingreso a la Unión Europea: la comprobación del microchip, que tuviera una edad superior a tres meses y que estuviera vacunado contra la rabia.
Si bien «Buddy» tenía todos los papeles en regla, los responsables no pudieron verificar el microchip, información que sirve para relacionar al animal con la cartilla sanitaria y asegurar que esté correctamente vacunado…