Lesley y Gareth Edwards no pudieron irse de vacaciones con su hijo porque el niño se había tomado una foto para el pasaporte sonriendo demasiado.
El hecho ocurrió en Inglaterra. Las autoridades le dijeron que con tal foto la máquina no reconocería el rostro del niño correctamente.
Los responsables de la aerolínea indicaron que de acuerdo a las normas, la familia no podía viajar. Y aunque los padres del menor suplicaron, no pudieron llegar a su destino…