Una laguna de aguas servidas que crece poco a poco -y con la lluvia colapsa-, un frondoso totoral que aflora desde la profundidad del charco, millares de insectos que anidan en el follaje y cientos de aves que buscan allí su alimento, cada uno es un eslabón y forman parte de una cadena que preocupa a los operarios del aeropuerto internacional Presidente Perón de Neuquén. Aseguran que por falta de obras y mantenimiento podría haber un accidente aéreo y reconocieron que ya ocurrieron incidentes menores.
Los problemas de infraestructura son varios, los temores también. Uno de los miedos es la exposición pública, porque según refieren quienes denuncian las falencias "si alguien sabe que estamos hablando de esto, nos arman una causa, quedamos con un antecedente y nunca más podemos pisar un aeropuerto en todo el país, al menos para trabajar".
La fuente luego asegura que "la semana pasada hubo un accidente con un vuelo que pudo haber sido lamentable. Era un vuelo nocturno de práctica del Aeroclub, se les cruzó un pájaro y lo chocaron de frente, el golpe fue en uno de los parantes laterales, pero les rompió el parabrisas. Ese accidente no fue reportado, pero hubo varios hechos ya y todo se debe a la laguna que está al lado del aeropuerto".
Detallaron que existe un gran totoral, que es visible en el margen este del edificio, desde el extremo de la playa de estacionamiento a través de una alambrado con carteles que restringen el paso. "Esa laguna se empezó a formar en el año 2006 aproximadamente y son los líquidos cloacales del aeropuerto que se vierten ahà porque no está conectado a la red. El problema ahora es que se hizo muy grande, tiene 1.600 metros cuadrado", explicaron…