En 2012 a Ryanair se le ocurrió la idea de realizar trayectos con asientos verticales, en los que sus pasajeros fueran casi de pie. Las autoridades aeronáuticas de Europa desecharon este proyecto al considerarlo poco seguro.
La aerolínea irlandesa perdió esa batalla, pero en su lucha por aumentar sus ganancias por vuelo siguió reduciendo el espacio entre los asientos hasta el máximo permitido.
Los irlandeses, sin embargo, no fueron los únicos en plantearse esta extraña posibilidad. Las líneas low cost en China también consideraron esta idea para trayectos de corto radio. Al igual que con Ryanair, los motivos de seguridad y comodidad no dejaron que esta idea fuera fructÃfera.
Vuelve la idea de los viajes de pie
Ahora, en 2018, una firma italiana llamada AvioInteriors trae nuevamente los modelos de asientos verticales, con un producto mejorado que espera sea aceptado por las entidades aeronáuticas y las aerolíneas del mundo.
Los asientos Skyrider 2.0 fueron presentados en la Airliners Interiors Expo en Hamburgo; y con su exposición se reabre el debate en la industria.
¿Podrían funcionar ahora este tipo de asientos?
Los precios bajos mueven el mercado en la actualidad. Una gran cantidad de viajeros han demostrado su disposición a aceptar un asiento realmente terrible si las tarifas son lo suficientemente bajas.
Los expositores de este modelo de asiento argumentan que al menos es mejor que ir de pie y sin apoyo, como lo realizan millones de personas cada día en trenes o buses de las grandes ciudades. Skyrider pretende atraer un mercado considerable para vuelos de corta distancia de aproximadamente una hora o una hora y media.
Los peros
Los problemas de seguridad son un desafío. El número de pasajeros que puede albergar un avión comercial está limitado por la cantidad de viajeros que puedan usar las puertas de emergencia, y los aviones de hoy en día ya están cerca de esos límites.
Skyrider probablemente estará limitado a vuelos relativamente cortos, las aerolíneas tendrían que instalarlo solo en una pequeña flota dedicada a trayectos de muy corta distancia y no podrían usarse en viajes más largos, un problema para muchas compañías.
Los expertos de la industria ya debaten estos pros y contras del Skyrider, mientras tanto, el prototipo debe pasar las pruebas de seguridad, y más importante, conseguir alguna aerolínea interesada…