Durante la jornada de ayer se conoció que American Airlines, la mayor aerolínea de Estados Unidos, dispondrá de una ayuda pública de u$s12.000 millones, como parte del plan de asistencia del Gobierno norteamericano. Según remarcaron desde la compañía, esos fondos se utilizarán para “permitir la continuidad del servicio esencial que brindan las aerolíneas y preservar empleos”. La medida, de todas formas, no tuvo un eco positivo en los mercados: las acciones de la firma cayeron ayer un 0,5%, para sumar una pérdida superior al 56% en lo que va del año.
Similar es la situación de Delta Airlines, que ayer cedió 0,5% y en lo que va del año acumuló una merma en su valor bursátil del 51%. En los dos días previos, había registrado pérdidas en torno al 10%. En el caso de United Airlines, sus acciones cerraron ayer con una ganancia del 4,6%, que no basta para mitigar la pérdida en los primeros tres meses del año que supera el 64%. Aunque, de todas formas, sus papeles evidencian una mejor performance luego de perder más del 74% en poco más de un mes: pasaron de valer u$s82,2 el 12 de febrero a u$s21,38 el 18 de marzo. Ayer, por caso, cerraron a u$s31,69.
La administración de Donald Trump previó un desembolso de unos u$s50.000 millones para la industria aerocomercial, dentro del megaplán de rescate global que alcanza los 2 billones de dólares. De hecho, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, sugirió días atrás que como contrapartida de la ayuda solicitada, el Estado se haga cargo con participaciones de las empresas. “No veo por qué los contribuyentes estadounidenses no podrían tener una parte del capital”, señaló.
En Europa, la situación de las principales aerolíneas es similar. Por ejemplo, en la Bolsa española, las acciones de IAG (el holding que nuclea, entre otras, a Iberia y British Airways) encabezan las pérdidas anuales en el índice Ibex 35: la caída en los primeros tres meses fue del 66%, pese a que ayer -a la par del mercado en Madrid- repuntaron un 6,7%. El dato positivo se dio un día después de que la empresa anunciara la postergación del vencimiento de un crédito por u$s1.380 millones que vencía el 23 de junio de este año para el mismo día de 2021. Según medios especializados españoles, el conglomerado acumula un total de líneas de créditos generales y comprometidas garantizadas por aviones equivalentes a 2.100 millones de euros. “IAG no ha dispuesto de ninguna de sus líneas de crédito y continúa teniendo una posición sólida de liquidez con una caja, activos líquidos equivalentes y depósitos remunerados de 7.200 millones de euros al 27 de marzo”, señaló la compañía.
También Alemania avanzó en un plan de rescate “sin precedentes” para salvar a sus principales compañías. En ese marco, Lufthansa redujo el horario laboral de la mayoría de sus empleados y comunicó que hará uso de un programa gubernamental para pagar el 60% de los sueldos (67%, en caso de quienes tengan hijos), a la vez que anunció que los gerentes y los miembros de la junta directiva dejarán de percibir parte de su sueldo por al menos seis meses. Ayer, sus acciones volvieron a ceder: fue un “leve” 1,38%, que incrementa la pérdida en lo que va del año superior al 47%.
Perspectivas
Si el presente se muestra como catastrófico, el futuro no parece muy alentador para las compañías. Según estimó ayer la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las aerolíneas internacionales no comenzarán a recuperarse de la peor crisis de su historia hasta el último trimestre del año. “Muchos operadores -incluso los que tengan sólidas finanzas- tendrán dificultades para sobrevivir tanto tiempo, ya que la industria quemó u$s61.000 millones en efectivo este trimestre por el descenso del 70% en el tráfico y los ingresos”, señaló la entidad, que agregó: “Las aerolíneas se encaminan a sufrir una pérdida neta colectiva de u$s39.000 millones este trimestre, ya que la mayoría de sus aviones están en tierra mientras duran los confinamientos y las restricciones de viaje”…