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Aeropuerto El Dorado: el lío de asignar los cupos para volar desde Bogotá

Este 1.° de noviembre empieza una nueva etapa en el proceso de normalización del transporte aéreo de pasajeros en Colombia. Durante septiembre y octubre, la Aeronáutica Civil autorizó que desde el aeropuerto El Dorado hubiera un total de nueve operaciones de salida y nueve de entrada por hora para el tráfico nacional, y entre dos y tres tanto para salida como para entrada para el caso de las operaciones internacionales.

A partir de la próxima semana, las operaciones nacionales aumentarán a 14, lo que significa un incremento en el ritmo del tráfico aéreo en el país, pero aún muy lejos de las 74 operaciones que se llegaron a realizar por hora antes de la pandemia.

Esto confirma que la situación sigue siendo crítica, pero lo peor es que no hay certeza sobre cuándo se va a lograr una operación cercana al 100 por ciento.

En pocas palabras, el sector aeronáutico aún está operando en una interinidad que ha puesto nerviosas a varias de las aerolíneas más tradicionales del país.

Justamente esta mañana se realizó una reunión de alto nivel con la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, el director de la Aeronáutica Civil, Juan Carlos Salazar, y otros representantes de instituciones como Migración Colombia.

La razón central de la preocupación es cómo la Aeronáutica Civil ha venido sorteando los nuevos turnos para volar, conocidos técnicamente como “slots”: es decir, espacios de tiempo en los que una aerolínea puede despachar o recibir vuelos. Cada slot se asigna como franja horaria. Por ejemplo, el slot de las 6 de la mañana le corresponde a una aerolínea y el de las 6:05 a otra.

Hasta antes de la pandemia había unas reglas del juego para esa asignación que incluían, entre muchos otros criterios, el histórico de slots y el cumplimiento por parte de las aerolíneas.

Pero con la pandemia hubo que rebarajar y esto es lo que no les ha gustado a algunas empresas.

Voceros de Avianca aseguran que “aunque entendemos que la apertura del mercado aéreo es compleja y que depende de muchas variables, el más afectado es el pasajero. Necesitamos un proceso y reglas claras que les permitan a las aerolíneas saber, al menos un con un mes de anterioridad, cuánto y a dónde vamos a poder volar”.

La aerolínea también advirtió que “hoy, por ejemplo, a una semana de noviembre, no es claro qué pasos siguen en los vuelos internacionales, ni cuándo se pondrá nueva capacidad para operar. Aunque la capacidad sea menor a la que había antes de la pandemia, lo cual es entendible, necesitamos que se siga la regla internacional para la asignación de la capacidad disponible y se protejan los slots históricos de cada aerolínea. Sin eso, vamos a estar siempre cancelando, reacomodando, y afectando a los clientes. Aunque es clara la incertidumbre, no vemos que ella sea una razón para cambiar las reglas básicas e internacionales de operación de la industria. Dichos parámetros están precisamente para ayudar en la incertidumbre y contar con reglas claras y transparentes para los diferentes actores del mercado”.

SEMANA conoció que Latam también ha manifestado su desacuerdo sobre la manera en que se están sorteando los slots, porque generan incertidumbre sobre la manera de operar y dificulta la tarea comercial con los clientes. Aunque ha terminado por aceptar la regla del juego, bajo el entendido de que en algún momento retornará la normalidad.

Lucas Rodríguez, jefe de la oficina de Transporte Aéreo de la Aeronáutica Civil, aseguró que la pandemia, que es el peor choque para el sector aéreo en toda su historia, trastocó completamente los criterios para asignación de slots.

Las razones son sencillas: ante la drástica reducción de operaciones no se podía asignar con las reglas antiguas, porque generaría sesgos que afectarían la competencia, la salud de todos los actores e incluso la viabilidad de toda la industria.

“En las actuales circunstancias nuestras prioridades son tres”, dijo Rodríguez. “Primero, garantizar la vida y seguridad de todas las personas; segundo, garantizar la resiliencia del sistema, y tercero, garantizar la conectividad del país”, explicó.

Esto es clave para la autoridad, porque cualquier decisión que pueda afectar la viabilidad de una empresa aérea, podría poner en riesgo la prestación del servicio para zonas que no representan mucha demanda. Un ejemplo de ello es Satena, que presta servicios a zonas donde tradicionalmente no llegan otras aerolíneas.

Además, son necesarias muchas normas de prevención en salud, porque, por ejemplo, si se llega a presentar un caso de covid entre el grupo de controladores, esto significaría cerrar las operaciones en todo el país a lo largo de 15 días. Así que la estrategia para volver a la normalidad muestra muchas complejidades.

Todo esto sumado ha generado presiones sobre la manera de asignar los slots durante esta interinidad. Esto es lo que ha generado críticas por parte de otras compañías más grandes, porque como los slots se han reducido drásticamente, para garantizar esta clase de servicios, se han asignado espacios de vuelo a empresas que tradicionalmente no los tenían. Así, la participación de mercado de las grandes aerolíneas se ha reducido y eso les ha generado problemas operativos.

Rodríguez explicó que hasta el momento se han aplicado criterios como darles prioridad a aquellos operadores que son únicos en ciertas rutas, garantizar espacios de vuelo a todos los operadores de una ruta y finalmente atender a la capacidad de cada operador según la participación del mercado.

El funcionario hizo énfasis en que con sus decisiones, la Aerocivil no puede generar impactos en competencia, porque podría afectar la capacidad de toda la industria para responder a la pandemia. Para la Aerocivil es clave consolidar nuevamente la conectividad de todo el país y con todos los países.

Mejor dicho: si la Aerocivil deja por fuera de operación a alguna aerolínea, pues dejará sin servicio a una parte de la población y podría darle la estocada final a una empresa. Para la Aeronáutica, la reapertura debe ser un proceso equilibrado.

En el caso de los viajes internacionales, Rodríguez explicó que tienen una restricción enorme: la capacidad de Migración Colombia para atender la llegada y salida de pasajeros. Por eso, los slots asignados apenas corresponden a dos o tres por hora. Migración no puede exceder de 600 personas su capacidad por hora. Hasta antes de la pandemia, el aforo permitido para la zona de migración era de 1 persona por cada medio metro cuadrado. Por cuenta de la crisis de salud, el aforo se redujo a solo una persona por cada cuatro metros cuadrados. Esto también incide en la capacidad de operación del aeropuerto.

Las aerolíneas insisten en que mientras que se mantenga esta forma extraordinaria de asignación de slots van a tener mucha incertidumbre para vender tiquetes y eso podría generar afectaciones a los usuarios. Por ejemplo, algunas compañías vendieron tiquetes en slots que ahora no les han sido asignados y, en consecuencia, tienen que cancelar esos vuelos, lo cual afecta a los viajeros.

Rodríguez aseguró que con las últimas asignaciones que se hicieron la semana pasada, las aerolíneas ya tienen un panorama claro, mientras dure este estado excepcional…

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