Airbus ha cerrado 2018 con un beneficio de 3.054 millones de euros, cifra que supone un incremento de un 29% frente al ejercicio anterior, a pesar de las pérdidas registradas en su emblemático programa A380. El mayor avión de pasajeros del mundo produjo en el año un impacto negativo neto de -463 millones de euros, lo que le ha llevando anunciar que dejará de fabricarlo en 2021, cuando entregará el último superjumbo. A esto se suma el lastre financiero que un ejercicio más le supuso el programa del avión de transporte militar A400M.
Airbus toma la decisión sobre el enorme aparato, lanzado al mercado hace unos 14 años ante los problemas de saturación de los principales aeropuertos del mundo, después de que su principal cliente, Emirates anunciara que cambiaba parte de sus pedidos del A380 por los modelos A330 y A350, con lo que la aerolínea nacional de Dubai se quedará con 123 superjumbos en vez de los 162 encargados inicialmente, firmando un nuevo contrato con Airbus por 40 unidades del A330-900 y 30 del A350-900.
En un comunicado, el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, explicó que «como resultado de esa decisión, no disponemos de una cartera de pedidos del A380 sustancial y, por tanto, no hay una base que sustente la producción del A380, a pesar de todos los esfuerzos de venta que hemos realizado con otras aerolíneas en los últimos años. Esto nos lleva a la finalización de las entregas del A380 en 2021», concluyó Enders.
Rentabilidad récord
No obstante, Airbus cierra el ejercicio con una rentabilidad récord para el pasado año, lograda por un histórico volumen de entregas de 800 aviones comerciales, y una cartera de pedidos récord en la industria de 7.577 aviones, incluyendo 480 del nuevo A220…