Tras una leve recuperación de la demanda en el tercer trimestre del año, American Airlines le avisó a la Comisión del Mercado de Valores de los Estados Unidos que espera una retracción de las reservas para el último tramo de 2020, como consecuencia de la “segunda ola” de contagios de COVID-19. Para completar el cóctel negativo, señaló que el combustible sufrió una suba del 27% en noviembre.
El pasado viernes 4 de diciembre, American Airlines le advirtió al regulador bursátil de los Estados Unidos que espera una ralentización de la demanda y de las reservas de viajes debido a la «reciente aceleración de la pandemia», lo cual se suma al alza de los precios del crudo para poner en jaque sus cuentas trimestrales.
En una nota dirigida a la Comisión del Mercado de Valores de ese país, la compañía aseguró: “Después de un sólido comienzo del cuatro trimestre de 2020, el aumento de casos de COVID-19 y sus restricciones de viaje asociadas en el período inmediato hacia Acción de Gracias han resultado en una ralentización del crecimiento de las reservas, que ha persistido hasta diciembre”.
Asimismo, señaló también que los precios del combustible son «modestamente más altos», después de que en noviembre subieran más de un 27%. Por eso, espera situarse en el rango más alto de sus estimaciones de quema de efectivo en el cuarto trimestre, que iban de los US$ 25 millones a los US$ 30 millones por día.
En ese sentido, la empresa espera finalizar este trimestre con más de US$ 14.000 millones de liquidez, lo que incluye una parte todavía no utilizada del préstamo que hizo a las aerolíneas el Tesoro de los Estados Unidos para paliar la crisis a través de la ley de Ayuda por Coronavirus, Alivio y Seguridad Económica (Cares)…