Las dos compañías cerraron hace casi cuatro años un acuerdo para intercambiar slots (derechos de aterrizaje y despegue) y ofrecer conexiones más sencillas entre sus vuelos, además de establecer una alianza entre sus respectivos programas de fidelización.
A partir de hoy, los viajeros dejan de beneficiarse del acuerdo que facilitaba las conexiones en los aeropuertos de Nueva York y Boston, mientras que a partir del 1 de abril los clientes dejarán de acumular millas en sus programas de viajeros frecuentes.
American Airlines culminó a finales de diciembre pasado su fusión con US Airways, lo que dio paso a la mayor aerolínea del mundo, conocida ahora como American Airlines Group.
Gracias a esa fusión, en una operación valorada en unos US$11 mil millones, American Airlines tiene una mejor conectividad en la competitiva costa este del país, el motivo que hace tres años le había llevado a anunciar el acuerdo con JetBlue.