Aunque todos los años subsiste gracias a los fondos millonarios que le transfiere el Gobierno, bajo la gestión estatal Aerolíneas Argentinas muestra una irrefrenable tendencia a incorporar empleados, muy por encima de otras compañías de características similares. Así lo corroboran los números oficiales de la empresa.
Según las últimas cifras disponibles, en 2008, cuando la presidenta Cristina Kirchner ordenó su nacionalización, Aerolíneas y Austral tenían 8130 empleados. En 2013, esa cifra había aumentado 21%, hasta los 9860 trabajadores. De manera que bajo la gestión estatal su plantilla se incrementó en 1730 nombres, pese a que en el mismo lapso dejaron de trabajar unos 1600 empleados.
El dato abona las crÃticas de quienes sostienen que la línea aérea es una fuente de empleo para los miembros de La Cámpora, la agrupación política que responde a Máximo Kirchner
Hay razones para creerlo. El presidente de Aerolíneas Argentinas es Mariano Recalde, uno de los miembros más reconocidos de la organización. Y colocó en mandos intermedios a algunos de sus compañeros de militancia, como Lucas Bergman, Pablo Ceriani (área Económica Financiera), Christian Landriscina (gerencia de Ãrea Producción), Fabián Lombardo (Comercial), Juan Núñez Aguilar (Planificación Estratégica de Operaciones), Hernán Jara y Karina Lormant (Recursos Humanos) y María José Salvatierra (gerencia de Compras).
Además, el mayor incremento de empleados se dio en el personal en tierra que trabaja en la Argentina, que en la mayoría de los casos no requiere mucha capacitación adicional. Pasó de 4093 hasta 5126 empleados, con un incremento de 27 por ciento.
En cambio, el personal en el exterior casi no aumentó.
Los empleados en vuelo también registraron un aumento importante, del orden del 25%. Entre otras cosas, por la gran cantidad de pilotos que se incorporaron en el último tiempo. Jorge Pérez Tamayo, el ex hombre fuerte de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), dio sus razones: «Se incorporaron alrededor de 200 pilotos para trabajar en una flota que luego no se amplió en esa medida. Primero se iban a cubrir destinos en el país y el exterior que luego fueron anulados. Por eso sobran», explicó.
Mientras creció el personal de la compañía aérea, también lo hicieron los subsidios del Estado a la empresa, que en el Gobierno prefieren llamar transferencias. En total, Aerolíneas recibió 16.555 millones de pesos desde 2008 hasta 2013. Si se cuentan por año, en el período las transferencias crecieron 267 por ciento. Y el rojo, que se redujo en el último tiempo, fue de nada menos que de 247 millones de dólares en 2013, según las cifras que informó el propio Recalde.
Aunque no están listos los estados contables del año pasado, las proyecciones de la empresa para 2014 arrojaban apenas «una disminución de la pérdida» cercana a los US$ 60,5 millones. «Esto representa una reducción de 22,7%», según uno de los informes que presentó al Congreso el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
MALA NOTA
Desde Aerolíneas suelen defender el incremento de personal por la mejora en el servicio. Según sus números, desde que el Estado se hizo cargo de la empresa hasta 2013 aumentó 85% los vuelos, 51% la cantidad de horas voladas, llegó a más de ocho millones de pasajeros transportados y casi cuadruplicó el valor de su flota, hasta los 1335 millones de dólares.
Aun así, la compañía muestra una distancia importante en cantidad de empleados respecto de otras compañías del rubro. Por ejemplo, tiene uno de los promedios más bajos de la red SkyTeam, que reúne a compañías aéreas de todo el planeta y de la cual forma parte.
Por ejemplo, la empresa que maneja Recalde transporta, según números de marzo de 2014, exactamente 631 pasajeros por empleado, mucho menos que los 2746 de Air Europa, la más eficiente del grupo, o que los 2000 de la norteamericana Delta. Aerolíneas está por debajo de Air France, Alitalia y Aeroméxico, para citar algunos ejemplos.
En tanto, el promedio de SkyTeam es 1278 pasajeros por empleado, el doble que Aerolíneas.
Si se hace la cuenta en términos de empleados por avión, los números tampoco son favorables. En promedio, la línea aérea le dedica 295 a cada unidad, mientras que Air Europa sólo 75, y Delta, 110.
El crecimiento de la plantilla muestra otras variaciones. La que más aumentó es la compañía madre, Aerolíneas, que subió 23,5% su plantilla, mucho más que Austral, que lo hizo en 12% y de manera más moderada en cada año…