Airbus y Boeing, las dos grandes competidoras del sector industrial de la aviación comercial merecen confianza de cara al futuro por sus datos fundamentales. El pasado 25 de septiembre Airbus publicó unas previsiones por las que estiman que será necesaria la fabricación de casi 30.000 aeronaves para satisfacer la creciente demanda, impulsada sobre todo por el crecimiento de las clases medias en las economías emergentes, especialmente en Asia. Esta previsión, junto con los fundamentales atractivos que presenta la estadounidense invitan a tenerla en cartera, por lo que la compañía ya sobrevuela la herramienta y pide permiso para aterrizar en ella.
La estrategia abierta sobre Airbus ya ha dado sus frutos. La compañía acumula más del 64% de rentabilidad desde que entró en la herramienta, y parece que continuará creciendo según las estimaciones de los analistas, pero esto no pisa la positiva evolución de su competidora del otro lado del atlántico, Boeing (BA.NY), que tras avanzar un 56% en los parqués en lo que va de año, todavía mantiene un precio inferior al que le otorga el consenso de mercado.
Las buenas fundamentales que mantiene la estadounidense no extrañan, teniendo en cuenta las previsiones que se otorgan para el futuro del sector de la aviación, en constante crecimiento, motivo por el que incluimos a la compañía en el radar. Las economías emergentes lo impulsan y así seguirán haciéndolo. Boeing es una de las compras más claras de todo el S&P 500, e incluso consigue solidificar esta recomendación de forma destacable durante el último mes. Mantiene una tesorería superior a los 5.000 millones de dólares y durante este año obtendrá unos beneficios que superan los 2.000 millones si se cumplen las previsiones de los expertos.
En cuanto a la actualidad de Boeing, Tim Clark, presidente de la compañía, anunció ayer que la aerolínea Fly Emirates está planeando realizar un pedido que ha calificado como »enorme».
