Boeing proyecta que las aerolíneas latinoamericanas necesitarán 3.050 nuevos aviones en las próximas dos décadas, valorados en US$ 350 mil millones, lo que triplicará el tamaño de la flota actual en la región.
«A largo plazo, las economías de América Latina crecerán más rápido que el resto del mundo», dijo Donna Hrinak, Presidenta de Boeing América Latina. «Este crecimiento creará un mayor tráfico de pasajeros en la región e impulsará a las líneas aéreas de América Latina a expandirse y competir por el negocio que tradicionalmente ha sido dominado por los operadores extranjeros».
Para enfrentar este aumento en el tráfico de pasajeros, Boeing pronostica que la región requerirá más de 2.500 nuevos aviones de un solo pasillo, lo que refleja el continuo crecimiento de las aerolíneas de bajo costo y una mayor expansión de las redes en la región. Asimismo, se espera que la demanda de naves de fuselaje ancho llegue a 340 nuevos aviones, aumentando la competencia en las rutas de largo alcance. Actualmente, más de dos tercios de los despegues de aviones de fuselaje ancho en América Latina son realizados en productos de Boeing.
La edad promedio de los aviones Boeing en la región ha seguido disminuyendo, pasando de más de 15 años a menos de 10 años desde 2005, por lo que América Latina y el Caribe cuentan ahora con una flota más joven que la media mundial. La región ha estado en un ciclo de sustitución constante desde mediados de 2000 y la tendencia continuará, ya que casi el 60% de la flota actual se sustituirá en las próximas dos décadas.
La suma del 787 Dreamliner a las flotas de LATAM, Avianca y Aeroméxico les ha permitido a las aerolíneas abrir nuevas rutas y obtener acceso a mercados a los cuales no era posible anteriormente. Aeroméxico opera un vuelo directo con el 787 Dreamliner desde Ciudad de México a Tokio, una ruta que previamente requería de una escala.
En 2015, LATAM operó con el 787 la primera misión ETOPS mayor a 180 minutos desde Santiago, Chile a Auckland, Nueva Zelanda. Más adelante, este año, LATAM utilizará la totalidad del ETOPS de 330 minutos en la misma ruta, disminuyendo en 90 minutos el tiempo de vuelo y ahorrando hasta 2,500 galones de combustible por vuelo. La capacidad del 787 Dreamliner y sus bajos costos económicos les permiten a las líneas aéreas de América Latina desbloquear más conexiones punto a punto en regiones remotas del mundo, permitiéndoles a las aerolíneas expandir sus negocios y atraer más clientes.
«Los productos Boeing continuarán ayudando a nuestros clientes de América Latina en un mercado muy competitivo», agregó Hrinak.